Capítulo XVIII: El Peso de los Recuerdos

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MARATÓN 2/3


CAPÍTULO XVIII- EL PESO DE LOS RECUERDOS

Echaron a caminar entre el gentío, envueltos por el gélido aire nocturno. La túnica negra de Blaise y el jersey raído de Draco no ayudaron a pasar desapercibidos; pero aquello era Londres, y los estilos de vestir eran de lo más variados. Lo que era innegable, era el frío. Ninguno de los tres llevaba ropa de abrigo, así que, si no llegaban pronto a su destino, corrían el riesgo de sufrir congelaciones graves.

—¿Estás seguro de que es por aquí? Porque a mí, todas las calles me parecen iguales. —Blaise llevaba veinte minutos exasperando a Draco.

—Es en la siguiente calle, estoy seguro —dijo con firmeza, mirando constantemente hacia atrás para cerciorarse de que nadie los seguía.

Ginny no había dicho palabra en todo el trayecto, y no fue diferente cuando entraron finalmente en la casa que se había aparecido ante ellos en cuestión de segundos. Portal "2.2", dos plantas enteras para su uso y disfrute. Draco cerró la puerta tras estar seguro de que nadie los había visto entrar en la noche, mientras tanto, Ginny se había dedicado a encender con su varita todas las lámparas de la casa, incluido el fuego de la chimenea.

Era un lugar rústico y acogedor, todos los muebles eran de madera y una moqueta increíblemente mullida y caliente estaba distribuida por el suelo de toda la casa, incluso del baño. Ginny se descalzó y comenzó a subir las escaleras hasta el piso de arriba. Había grandes ventanales con vistas al patio interior, parecía un jardín privado. También allí encontró los dormitorios, había tres en total, por lo que no habría disputas. Comenzaba a caer la noche y no tardarían en irse a dormir, así que decidió quedarse para ella la habitación de invitados y darse un baño de burbujas en la enorme bañera mientras trataba de aclarar sus ideas. Pensaba en sus hermanos, en Luna, en Hermione y en Neville, en si estarían a salvo, en si estarían bien.

—¿Vas a tardar mucho más? —preguntó una voz masculina al otro lado de la puerta.

—Usa un jarrón para hacer pis si es urgente—. Escuchó a Draco reír entre dientes y la manija de la puerta moverse de forma indecisa.

—Blaise ha abierto una botella de las caras, podrías unirte.

—¿Por qué clase de borracha me tomas? Ni lo sueñes.

Escuchó con cierta desilusión los pasos de Draco alejándose por el pasillo, y luego bajando las escaleras. Ginny sumergió entonces la cabeza completamente en el agua, tratando de relajarse. Escuchaba sonidos ahogados, pero encontró allí la calma que buscaba. Estuvo así hasta que se quedó sin burbujas, y salió a coger aire, decidiendo que el baño se había terminado.

***

Había ropa en los armarios, de hecho, toda la casa estaba bien provista. Ginny se tomó su tiempo para arreglarse, aunque era ya de noche y no tenía ningún sentido hacerlo. Simplemente quería sentirse bien. Se puso un pijama de traje de patrón escocés, y se secó y cepilló el pelo. Se miró entonces al espejo, tenía ojeras, estaba pálida y delgada, pero en comparación con aquellos últimos meses, se veía radiante.

Escuchó una conversa en el piso inferior, y se sintió tentada a bajar, aunque no quería confraternizar con el enemigo después de todo lo que había ocurrido aquella noche. Finalmente, la tentación fue demasiado fuerte y sus pasos la llevaron hasta la planta baja.

—... deberías dejar de torturarte, ¿cómo ibas a saber que Nott tenía cojones? —dijo Blaise negando con la cabeza y Draco sonrió fugazmente—. Nadie pensó en esa posibilidad, ni siquiera quien-tu-ya-sabes.

PRISIONERA DEL LORD [Drinny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora