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No recuerdo el momento exacto en el que me dormí, pero abri los ojos a causa del sonido del móvil. Estiré el brazo tanteando la mesa de luz, hasta que di con el aparato.

Todavia estaba oscuro, el brillo del móvil casi me enceguece. Lo alejé un poco y vi la hora en pantalla: 8 am. 

Las notificaciones continuaban llegando. Entré al chat, y eran mensajes de Senju.

 Entré al chat, y eran mensajes de Senju

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Apoyé el móvil sobre mi pecho y analicé la situación

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Apoyé el móvil sobre mi pecho y analicé la situación.

Realmente Kazutora me trataba como un amigo, pese a lo extraño que pareciera, en ningún momento demostró un interés romántico en mi.

El teléfono continuó sonando, pero lo hice a un lado, me puse de pie y me dirigí al baño.

Al salir observé la habitación de Kazutora, tenía la puerta abierta. Me asomé lentamente, pero no se encontraba allí. La cama estaba impecablemente bien hecha y todo el lugar estaba bien ordenado. De no ser porque su móvil y un libro ocupaban el escritorio, hubiera jurado que no durmió allí. Todo lo contrario a mi, que en un solo día, tenia cosas desparramadas por toda la habitación.

Mi estómago dio un pequeño rugido, era temprano. El cielo comenzaba a aclararse. Y teniendo en cuenta que el dueño de casa, ya estaba despierto, sería buen momento para preparar el desayuno. A menos que él ya se esté encargando de eso. 

El camino de las lágrimas ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora