Ingresé al recinto luego de que Chifuyu se marchara. Wakasa hablaba con Senju y los demás. Me puse a un lado y encendí un cigarrillo. En mi mente no dejaba de dar vueltas la noticia de que Chifuyu había salido con alguien más. Quería creer que era un error, pero el hecho que no lo negara ante el comentario de mi jefe o incluso que no me haya dicho nada sobre la carta, corfirmaba todo. Había llegado alguien a su vida con la fuerza suficiente para alejar el fantasma de su ex. Traté de alegrarme por él, tendría nuevamente una oportunidad para volver a vivir. Sin embargo, me sentía triste por lo que habíamos vivido, aunque no fue mucho, sentí que fue un gran avance. Pero todo indicaba que yo no era la persona correcta que llegaría y teñiria sus dias grises de colores. Sentí un pinchazo en el pecho, era como si el corazón me sangrara.
No podía soportarlo, el ambiente se me volvió insostenible, todos reían, cada uno en su mundo, la música sonaba demasiado alegre y yo experimentaba por primera vez el dolor del rechazo. Debía salir de ahi inmediatamente o iba a colapsar. Pero habia dejado mi abrigo con las llaves en el coche de Wakasa.
En un momento de distracción me acerqué hasta él y le pedi que me alcanzara mis pertenencias, le dije que me iria porque me habia invadido una fuerte jaqueca. Insistió en llevarme, me rehusé por varios minutos, hasta que finalmente cedí.
Durante el camino a casa no mencioné palabra, mantuve la vista fija en la ventana y asentí a todo lo que Wakasa decía.
Se detuvo frente a mi edificio y me tomó del mentón, me giró para que lo viera. Acción que me tomó totalmente por sorpresa.-Tienes los ojos llorosos -indicó-. ¿Es por ese muchacho?
No quería hablar del tema porque estaba seguro que no podría mantenerme firme.
-No es nada -sollocé.-Lamento si tuve algo que ver -dijo, aún sosteniendo mi rostro-. Creí que Haru solo bromeaba cuando me contó. Lamento haber arruinado su relación.
-No teníamos una, de todos modos -dije, soltando algunas lágrimas-. Pero me duele, porque realmente creí que sería yo quien sanara su corazón herido. Sin embargo fui yo quien terminó con el corazón roto -dije, desviando la mirada.
-Quisiera que me miraras -volví mis ojos a él y agregó-: no como el segundo, sino como el primero. No hay nada más en mi mente que tú, Kazutora.
No podía creer que mi jefe haya sentido algo más que amistad por mi todo este tiempo.
-Lo lamento... -dije y quité suavemente su mano de mi rostro-. Por favor cuidate a tu regreso.
Bajé del coche con la cabeza hecha un desastre. Para mi Wakasa, además de mi jefe, se había convertido en un amigo, un consejero, con el que podía hablar de lo que sea.
Una hora después mi cabeza seguía dándole vueltas al asunto cuando recibí una llamada de Kazushi en la cual fueron puros gritos por haberme marchado de su cumpleaños. Detalle que había olvidado por completo. Me disculpé y le dije que al día siguiente le comentaría lo sucedido.
Nos tomó algunas semanas recuperar la confianza con mi jefe, el ambiente se había vuelto tan incómodo que cualquiera que estuviera a nuestro alrededor podía percibirlo. Senju había sido la primera en notarlo, solía analizarnos con la mirada cada vez que teníamos una reunión o cada vez que ingresaba a la oficina y ambos estábamos reunidos.
El trabajo había incrementado de tal manera que muchas veces no tenía tiempo de almorzar, por lo cual ya no compartía aquellos almuerzos con la jocosa secretaria, como solíamos hacer en un principio.
Wakasa por su parte no volvió a mencionar nada sobre aquella noche. Continuamos yendo a cenar después del trabajo y cada tanto veíamos alguna película. Pero esto último ocurría con menos frecuencia, se había formado una pequeña brecha entre nosotros. Me molestaba un poco, pero no me dolía, no como dolía la ausencia de Chifuyu.
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El camino de las lágrimas ✓
Fanfic"Ahora somos el abismo, las luces y todas las melodias. Ahora somos un pequeño pedazo de historia que se alza por un camino que no tiene final, un camino de lágrimas eternas" Hola a todos! Este es mi primer ff en esta cuenta. Comencé con la idea de...