HONEY | Draco Malfoy

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POV: HONEY ILONA

Se sentía como horas.

Sentada en silencio en un cuarto oscuro, mi cabeza se movió contra la pared mientras Alena roncaba suavemente en mi regazo. Jugué con los pulgares mientras miraba hacia arriba y veía que todavía estaba claro afuera.

No tenía ni idea de cuánto tiempo habíamos estado aquí, ya que no tenía reloj y no tenía mi teléfono. Podría haberle preguntado al Sr.Malfoy, pero no quería hablar con él y parecía que tampoco quería hablar conmigo.

De vez en cuando podía escuchar sus pasos caminar o el clic de su teléfono mientras escribía, no estoy seguro de a quién estaba escribiendo también porque no había red, pero supongo que no hubo ningún daño en intentarlo.

Suspiré y empujé cuidadosamente a Alena de mi regazo. Al verla todavía dormida rápidamente, me puse de pie y estiré mis músculos. Iba a estar aquí por un tiempo, así que ¿por qué no explorar un poco?

Había docenas de muebles cubiertos y pinturas colgadas en alto. Cada vez que tiraba de una sábana, los parciales de polvo volaban por mi nariz y me hacían estornudar. Cada mueble era más común que el anterior, nada de lo que descubrí era interesante. Había un par de salones, un piano, un juego de sorteos e incluso una nevera.

Me encorvé de pie en medio de la habitación y tratando de pensar en algo que hacer hasta que otro mueble en la esquina de la habitación me llamó la atención. Todavía estaba cubierto por una sábana blanca y no pude evitar preguntarme cómo no lo noté antes.

Me fruncié las cejas y caminé hacia ella, se mantuvo alto, mucho más alto que yo. Tiré de la sábana y la dejé caer al suelo. Tomé un gran paso atrás para que la sábana no se cayera encima de mí y tosí ya que la cantidad de polvo que caía era asombrosa.

Una vez que se aclaró un poco y fue seguro abrir los ojos, jadeé. ¿Parecía ser algún tipo de gabinete? Nunca había visto uno de estos antes, al menos creo que sí. La madera era de roble oscuro y algo se sentía extraño, como si se filtrara con energía negativa.

Magia oscura.

Fruncí el ceño y extendí mi mano para acariciar las tallas latinas en la puerta. Algo sobre este gabinete me pareció tan familiar, pero no pude poner el dedo en él.

—No toques eso,—Me acobardeé y salté hacia atrás, agarrando mi corazón acelerado mientras miraba al Sr.Malfoy de pie detrás de mí.

—¿Por qué? ¿Qué es?—Pregunté, dando un paso atrás para que pudiera dar un paso adelante.

—Es un armario evanescente,—dijo, no mirándome, sino a los muebles que eran aún más altos que él.

—¿Evanescente?—Nunca había oído hablar de uno de esos antes.—¿Qué demonios es un armario evanescente?

—Ese es un armario que se desvanece,—dijo, sacándose el suyo y de su bolsillo y señalando.

—Obviamente,—me burlé.—Quiero decir, ¿qué es? ¿Qué hace?

—Bueno, un par de armarios que se desvanecerán actuarán como... como un pasaje entre dos lugares. Si pones algo en uno, aparecerá en el otro. Fueron muy populares en 1970, la primera guerra mágica, pero se extinguieron, un poco después de eso,—explicó.

—¿Cómo lo sabes?—Pregunté con curiosidad.

Succionó con un respiro, separando los labios para decir algo, pero decidiendo en contra y encogiéndose de hombros.—Leí sobre ello en un libro.

Asentí, mirando hacia atrás al "Armario Evanescente" y luego me di cuenta.

—Espera,—jadeé.—¡He visto uno de estos antes!—Me reí.—Teníamos uno en la sala de requisitos de Hogwarts.