Es el último capitulo antes de Navidad, por lo que si no logró subir el siguiente, les deseo que lo pasen muy bien rodeados de sus seres queridos. y que reciban muchos regalos :).
...
Calor, sudor bañando milímetro de su cuerpo, conciencia embotada. Oía sus jadeos a la distancia, sentía el vaivén simétrico de sus cuerpos, cómo se complementaban, cómo sus instintos lo buscaban. Era esclavo del placer, esclavo de él. No podía pronunciar palabras: al principio había celebrado las caricias de su amante con «oh» y «yes» pero, conforme avanzaba el acto, su cuerpo había despertado tanto que únicamente podía respirar y recibir. Se encontraba hipersensible a cualquier estimulo, el fin se acercaba; su pareja debió adivinarlo pues respondió con más ímpetu. No obstante, Alfred no estaría satisfecho con solo alcanzar el orgasmo, él quería compartirlo, vivirlo con Teodoro, por ello, enlazó sus pies por detrás del cuello del moreno y lo atrajo hacia si, logrando que el Mar Caribe y el Océano Atlantico se fundieran en uno solo.
Se dejó ir.
Mientras su alma volvía de las alturas, sintió cómo su compañero terminaba y se separaba. Jones, abstraído en los latidos de su corazón y los recuerdos recientes, suspiró y sonrió regocijado a falta de palabras que pudieran explicar lo maravilloso que se sentía.
Cuántas ganas tenia de abrazar a Teodoro, decirle cuánto lo quería, llenarlo de besos, contemplarlo e ignorar el tiempo. Sin embargo, ese vanidoso venezolano jamas permitiría que lo vieran físicamente desarreglado o sucio. Esa resultaba seguramente la razón por la que ahora no lo estuviera acompañando. No importa, pronto lo haría.
Empero, el sonido de una hebilla lo desconcertó hasta tal punto que se sentó en la cama para descubrir con horror que Palacios se encontraba dando los últimos retoques a su atuendo de calle.
—Honey, where are you going? —dijo con un hilo de voz.
El país caribeño, adornando su faz con una mueca de desagradable sorpresa, le respondió vanamente qué se iba.
—Why?
—Porque la diversión ya se acabo.
—But I thought you love me. —Mientras preguntaba de nuevo el motivo de la cruel actitud de su amante, desesperado, gateó hasta el borde de la cama indirectamente suplicándole que no lo dejara.
Mas Teodoro no solo desdeñó esta acción sino que se burló en su cara con una despiadada risa y una corrosiva actitud—. No me lo puedo creer ¿De verdad pensaste que te amaba? ¿Te tragaste toda esa sarta de piropos viejos? ¡Que iluso! ¡Que inocente eres Alfred! ¡De verdad sí que eres pendejo!
De un golpe esa imagen se difuminó y fue sustituida con la de su armario semi abierto. Se quedó observándolo unos segundos. Entonces, entendió que se acababa de despertar. Había sido tan real que rememorarla le empeñaba la vista. Se pasó la mano por los ojos y, por curiosidad, levantó las sabanas. Se llevó las manos a su cabeza, cerró los párpados con fuerza, pateó con sus pierna y gruñó irritado. Tendría que lavar las sabanas. Otra vez.
...
Hace días que lo evitaba. Desde que había descubierto las intenciones del gringo su angustia había crecido pero también su temor por enfurecerlo y, en vista que no tenía ni idea de cómo proceder, adoptó inconscientemente un patrón que se basaba en explotar algunas veces, desaparecer o ignorar en otras. Dado que no se hallaba cómodo en su casa, cuando no se encerraba en un cuarto, paseaba por las estancias. Además, se debatía entre mantenerse el mayor tiempo posible fuera de su propiedad o limitar sus salidas al mínimo, lo cual terminaba en discusiones internas y en una sarta de blasfemias tanto para él como para el norteamericano.
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Cosa de dos
FanfictionDe buenos amigos a enemigos declarados. Estados Unidos y Venezuela tienen una de las peores relaciones existentes. Pero, ¿cuántó de esto es cierto? Sobre todo cuando la vida del país caribeño pende de un hilo.