¿Quién es Rosse?

Capítulo 6- Ilusión y desilusión

Después de clases quise ir con mis amigos a comer helado, mi madre dijo que no y fue por mi al instituto. Su rigurosidad con mi seguridad se estaba convirtiendo en un fastidio, una semana y media había pasado desde el "incidente" y aún estaba presa en casa.

Qando podrás salir?
Todo esto está arruinando el plan, además xq tu madre me odia si no me conoce?

Me sentía frustrada leyendo el mensaje de Asher, Si si, ya sabía que mi madre estaba actuando más raro de lo normal, no debía repetirmelo. Escribí un mensaje para el chico con el cual tenía prohibido hablar, romper las reglas no era exactamente lo mío, pero no me dejaban otra opción.

Intentaré convencerla para que me deje salir

La música que sonaba en mis auriculares llegó al coro y canté un poco antes de observar el nuevo mensaje. Mi madre sonrío al verme de buen humor, después de haber estado el fin de semana encerrada volviéndome loca pensando quien es Rose, decidí enfocarme en gustarle a André. Algo que si podía manejar... Bueno, quizás no, pero allí tendría respuestas y con Rose no.

Perfecto
Tienes tiempo
El sábado hay una fiesta donde tocaré mi música

Me bajé del auto cuando se estacionó, ignore monumentalmente el intento de hablar que hizo mi madre, desde el fin de semana estaba ignorandola. No entendía porque me castigaba si al fin y al cabo no era mi culpa estar en los lugares equivocados. Lancé la puerta de entrada cuando pase por ella y subí las escaleras hasta mi habitación.

Todo era parte de un pequeño número que hacía cuando quería algo: hacía sentir culpable a mi madre, en este caso por mantenerme encerrada hasta que me diera permiso. Por lo general, no tardaba más de dos días en convencerla. Sé que estaba mal... Pero a veces no me dejaba otra opción.

Dejé mis cosas en la silla y me acosté en la cama para descansar. Observé el último mensaje de WhatsApp en la conversación de André. Sentía que todo era tan lejano, como si se alejara poco a poco de mí. Ya no me acuerdo cómo escribía antes. Aunque seguíamos compartiendo clases y el almuerzo, lo sentía distante.

Pero no le escribí, el orgullo no me dejaba ser yo la que escribiera primero, sin embargo me dirigí al último mensaje de Asher que no había contestado.

¿Tienes una banda?

No, soy solista
Ya me escucharás en la fiesta

Nunca había ido a una fiesta. Mis padres no me permitían ir a ese tipo de ambientes; no les gustaba que estuviera fuera de noche. Mucho antes de los incidentes extraños en los que me he visto envuelta últimamente, es por eso que me daba miedo. Me resultaba intimidante la idea de estar rodeada con muchas personas y, como si fuera poco, mi madre no me dejaría. Otra vez, a esas alturas, ya estaba harta y quería un cambio. No quería seguir siendo la Azul aniñada que sus padres encierran en casa como si fuera una muñeca frágil.

No podía ser esa chica otra vez. Antes habia usado la manipulación con mamá para comer helado o para ir al cine, para llegar más tarde de lo planeado, pero esto salía de ese rango. Era una fiesta, una con música en vivo.

Giré mi cabeza y observé mi mesita de noche donde escondí el acta de nacimiento de Rosse, ¿Quién es y por qué mi madre guarda sus papeles tan cripticamente? No los había querido revisar bien, en cierto punto me daban miedo y curiosidad y eran sensaciones que no sabía cómo explicar.