Capitulo 12- Besos y confesiones

17 3 0
                                    

La semana más aburrida de mi vida estaba llegando a su fin. El domingo era un día pesado y tedioso, quizás iba a ser uno cualquiera, pero la puerta de mi casa sonó, todos mis hermanos se zafaron de abrirla, así que gracias a eso me topé con un André medio lloroso y de mejillas sonrojadas.

Su aspecto me dio a entender que tenia rato llorando, cuando lo hice pasar fuimos directo a mi habitación, él no quería que mis insoportables hermanos notaran su estado. La verdad es que me partió el corazón, la única vez que lo vi de esa manera, su mascota, un conejo llamado "Tibby" había muerto.

Cerré la puerta de mi habitación tras de mi, a papá no le gustaba, pero seguro que cuando le cuente el porque, entenderá.

—Ahora si, ¿Qué te sucede? —pregunte arrodillandome frente a él, a pesar que era mucho más alto que yo, estando sentado y con los codos apoyados en sus rodillas, enterrando su rostro en sus manos, se veia pequeño.

Levantó su rostro, con sus ojos rojos me observo y dió un suspiro antes de hablar.

—Scarleth me dijo que tiene novio —susurro.

Supuse que el horror se dibujó en mi rostro.

—No la juzgues ella siempre me fue clara que no quería una relación conmigo... Pero nunca que tenía un novio y yo era el otro... Fui su juguete.

Tragué aliva sin saber que decir, así que me estiré hacia él para abrazarlo. Le rodeé el cuello con mis brazos y enterró su rostro en el mío. Casi solté un suspiro cuando su perfume acarició mi nariz.

La posición se me estaba haciendo bastante incómoda y creo que él lo notó, me tomó por la cintura sin separarse de mi y me subió sin ninguna dificultad a su regazo, en todo el proceso no se alejo ni un momento. Me dió miedo que con su rostro tan cerca de mi pecho, pueda escuchar mi corazón correr rapidamente haciendo un ruido estrepitoso allí dentro.

Su respiración rozó mi cuello erizando mi piel, levantó su rostro hasta quedar a centímetros del mío y sus ojos observaron fijamente mis labios. Sentí como el aire se atoró en mi garganta y le costó salir. Su semblante no era el mejor, y no era así como me imaginaba nuestro primer beso...

Se acercó cada vez más y entré en pánico, ¿Y si lo hacía mal? ¿Y si no besaba bien? Jamás me había planteado esa situación, es decir, me encantaba desde hace mucho y realmente no sabia en qué punto empecé a guardarme para él, que solo habia besado a un chico y no contaba. Me separé rápidamente cuando sus labios estaban casi rozando los míos.

¡Pero que hice! ¿Qué mierdas hice? Dejé a mi Crush en mitad de un casi beso... ¡Pánico! ¿Estoy loca porque quiero que sea perfecto?

Me observó ruborizado por llorar y por la tontería que acababa de hacer, sé lo que pensaba "arruine la amistad porqué pensé que le gustaba" ¡Si me gustas!

—Yo... —dijo susurrando—. Lo siento Az, no sé que me pasó, no... —hizo tantas pausas al hablar que yo misma me quería dar un golpe.

Nota mental: ¡Déjate llevar, idiota!

—¡No pasa nada! —Mi voz salió chillona.

—Yo... —Se levantó corriendo—. Mejor me voy.

Salió disparado del cuarto sin dejarme tiempo de responder. Maldita sea, ahora sí debía pensar que no me gusta.

Suspiré a punto de llorar, mi madre entró por la puerta y me preguntó con la mirada algo que no sé cómo responder, ¿Cómo le explicaba que acababa de dejar al chico que me gustaba a mitad de llegar un beso porque entre el pánico? Se fué sin obtener respuesta.

Asher tenía razón, no iba a saber cómo reaccionar cuando llegara este momento. ¡Y mañana debo ir al instituto! Ahora más que nunca quería faltar, no sabía que le diría a André o si nuestra amistad se pondría rara.

¿Quién es Rosse?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora