¿Quién es Rosse?

Capitulo 10- Resaca

Dos pares de ojos me interrogaron en cuanto salí del cuarto de baño. Mat tenía las manos en jarra mientras iba vestido para ir a trabajar. Se veía molesto y zapateaba un poco mientras me abría paso a su lado.

—¿Qué sucedió ayer? ¿Me explicas? —pronunció mientras la molestia teñía su voz.

Suspiré y estuve a punto de poner los ojos en blanco, pero al hacerlo se me clavó un dolor de cabeza que me mareo un poco. Genial, tenía resaca.

—Yo... —Me tapé la boca antes de continuar y vomitar todo.

Las náuseas me ganaron y me devolvi al baño a vomitar, jamás volveré a beber en mi vida. Es asqueroso y lo que queda después es peor.

—¿Todo esto es por el chico que te trajo? Mamá y papá dijeron que se retrasarían, pero si no me das alguna explicación convincente no te cubriré.

Mientras el hablaba mi cabeza palpitaba una y otra vez, puaj.

—Asher solo me trajo, en realidad estaba en un bar con André... —susurré sin darme cuenta de lo que decía.

Sus ojos se agrandaron mucho mientras me observa con desaprobación en su mirada

—¿Asher Scardigno? Creo que mamá no quiere que pases tiempo con él —Sentenció bruscamente.

Su actitud fue medio tosca, se veia y escuchaba molesto, no sé si era por salir sin avisarle a él siquiera, si era porque nuestros padres no sabían nada o sabía algo del porque mi madre no queria que hablara con Asher.

—¿Sabes el por qué mamá no quiere que pase tiempo con Asher? —pregunté curiosa descartando las otras opciones.

Frunció el ceño. Algo se escondió en su mirada, me parecía que no decía la verdad.

—No —Sacó su teléfono—. Es mejor que tengas una explicación para cuando vuelvan nuestros padres...

Brinque en donde estaba y tomé su mano para detener la llamada. El no había marcado aún.

—¡No! No, no, no... —supliqué—. Por favor Mat, sabes que nunca he hecho nada malo... ¡Además siempre me estás diciendo que salga y viva la vida de una adolescente!

Se llevó una mano a sus ojos, pude notar que estaba contrariado.
Se alejó de mi bajando por las escaleras, lo perseguí a la espectativa a punto de llorar si decidía llamarlos. Si le decía a mis padres que llegué ebria y que Asher Scardigno me trajo, sería una catástrofe.

Se detuvo antes de abrir la puerta y suspiró.

—No diré nada, pero si vuelves a salir de fiesta dime, al menos quiero saber dónde estás ¿Bien? —Corrí hacia él y le dí un beso en la mejilla y un abrazo apretado.

Asentí animadamente con la cabeza, abrí la puerta, pero antes de irse se volvió a girar hacia mi.

—Procura que no se enteren del chico italiano, no te conviene.

Terminó de salir, giré mi cuerpo cansado para volver a subir a mi habitación pero me encontré con dos chicos de brazos cruzados. Genial, más explicaciones y se me acababa el tiempo para los sobornos, si sobornaba a todos con hacer sus quehaceres ¿En qué tiempo haría que Andre se enamorara de mi?

Suspiré y esperé las preguntas que sabía que harían.

—¿A dónde fuiste anoche? —interrogó Max—. Me parece que mamá dijo especificmente que no quería que salieras...

Lo interrumpí con los brazos cruzados.

—Ahórrame la explicación y dime qué es lo que quieren los dos.