Entramos en un pequeño pero muy hermoso hotel ubicado a las afueras de la ciudad, Chris me lleva de la mano hacia la puerta de nuestra habitación, pasa la tarjeta por la manilla y la abre con un movimiento.
Apenas cierra la puerta tras el coloco mis manos en sus caderas, y acaricio su cintura, el hace lo propio y me envuelve en sus brazos, nuestros labios se encuentran, y de inmediato mi boca se abre para recibir su lengua ansiosa de encontrarse con la mia, parece que no nos besamos en años, mis manos recorren su espalda, suben a su cuello y acarician la parte de atras de su cabello, mis labios inquietos comienzan a besar sus mejillas, su barba me raspa mientras busco el camino hacia su cuello, el olor exquisito de su perfume me embriaga y el sonido ronco que emana de su garganta me excita mucho más de lo que ya estoy.
Damos pequeños pasos hacia adentro de la habitación, y Chris recuesta mi cuerpo sobre la cómoda que precede a la cama, alli comienza besar mi cuello y baja hasta mi escote, acaricia el borde de mis pechos con su lengua y con sus manos levanta mi vestido, abre mis muslos y se coloca en medio de mis piernas, siento su fuerte ereccion en mi centro y mis piernas se ciñen a sus caderas para atraerlo más a mi, lo deseo en ese momento dentro de mi.
Comienzo a abrir su cinturón, desabonoto su pantalón y acaricio su miembro por encima de la ropa interior, el no deja de besar mi cuello, y sus manos agiles se deslizan bajo mis pantys.
- Te deseo ya dentro mi - le digo en un susurro a su oido.
Con una de sus fuertes manos desgarra mi ropa interior de finos encajes, y con su mano comienza a estimular mi centro de placer, comienzo a gemir y mi cadera de flexiona involuntariamente al sentir el efecto eléctrico de su estímulo.
Uno de sus dedos se deslizan hacia ni interior y me hacen gemir de placer.
- Chris... No... pares... No.. - le digo entre jadeos mientras cierro los ojos ante la inminente oleada de placer que se está apoderando de mi cuerpo, sus dedos continúan haciendo lo propio.
- No... Pares... - me digo en un último susurro antes de que mis paredes se tensen y se libere el ansiado orgasmo.
No han finalizado los espasmos cuando siento su miembro acomodarse sobre mi entrada y poco a poco me llena completamente, primero sus embestidas son suaves y luego aumenta la intensidad.
- Estás divina, me encantas... - dice a mi oído y hace que con cada embestida mis piernas tiemblen, mientras siento como mi vientre comienza a tensarse nuevamente.
- Quiero que llegues nuevamente... - dice con firmeza y siento que me va a partir en dos.
- Chris... - digo su nombre vagamente y el orgasmo está a punto de llegar, sus embestidas son cada vez más fuertes y rápidas hasta que todo se nubla a mi alrededor y me dejo caer en sus brazos, los espamos en mis paredes y mi pelvis acompañan la liberación de mi placer ante sus poderosas embestidas que pronto finalizan cuando el también alcanza su liberación.
Sella mis labios con los suyos en un casto beso y se retira de mi interior, ambos ingresamos al baño, y nos terminamos de desvestir, mi esposo me invita a tomar una ducha y juntos nos relajamos bajo el agua tibia.
Un rato después nos encontramos recostados en la gran cama, Chris acaricia mi cabello y yo dibujo el borde de uno de sus tatuajes con mi dedo.
- Extrañaba ésto - musita Chris con voz ronca.
- Yo también - Suspiro -. Siento que han pasado siglos desde que vivimos todas esas noches y momentos especiales.
- Ahora estamos viviendo otras cosas - responde tranquilamente, lo miro y en sus ojos se ve un brillo especial, me mira a los ojos. - Me has dado una familia cariño, estoy más que feliz con todo lo que estamos viviendo ¿Tú no?