Infidelities 2

401 49 36
                                    

Bajo de mi habitación a la cocina, en búsqueda de una bebida caliente que me calme la ansiedad que me explota el cerebro.

Encuentro a Lucía con un vaso de leche en la mano y el monitor de los bebés en la otra.

- Lucía... ¿No puedes dormir?

La joven niñera me mira con los ojos muy abiertos.

- Si, la verdad tengo algunos días sin poder dormir bien... ¿Pasó algo con el señor Chris?

- ¿Por qué no estas durmiendo bien? - le pregunto.

- No lo sé, supongo que extraño a mi familia...

- Podemos coordinar que vayas a visitarlos un par de días, sabes que lo que necesites me lo puedes comunicar...

- Gracias.

Se queda en silencio esperando una respuesta.

- En relación a Chris y yo. Es complicado...

Me acerco a la nevera y busco un poco de leche.

- Sé que no es mi lugar, pero he estado con ustedes algún tiempo y he vivido varias cosas importantes a su lado, creo que los dos intentan mucho que todo funcione bien, y se aman y se cuidan mutuamente, pero siempre están forzando un poco las cosas, quizás si se relajan un poco uno con respecto al otro, las cosas fluyan mejor.

Vaya... Tiene mucho sentido.

Caliento la taza de leche en la tetera mientras asimilo lo que me dijo y en un momento de sinceridad y confesión agrego:

- Lucía, cometí un error, le dije a un amigo que viniera, me siento muy mal por algo que mi esposo y yo estamos pasando - por mi culpa - el debe estar por llegar...

- Pero no puede recibirlo aquí, su esposo monitorea las cámaras de la casa.

- Las cámaras cierto... Chris las ve desde su teléfono, me consta que era importante para él que funcionara para poder estar al tanto de nosotros.

Lucía asiente.

- Gracias Lucía por recordarme, Brad no puede entrar aquí y menos a esta hora.

Tomo mi teléfono y lo llamo, contesta al primer repique.

- Estoy frente a tu casa.

- Lo siento Brad pero no puedo recibirte, no está bien...

- Lo entiendo. ¿Te sientes mejor?

- La verdad no, me siento muy angustiada.

- ¿Quieres ir a la playa un rato?

Lo pienso un momento y no dudo en responderle.

- Si, vamos.

Busco un sobretodo para protegerme del frío y lo coloco por encima de mi pijama, necesito salir, correr o gritar, pero no puedo seguir en la casa, no mientas el pensamiento de Chris con otra me taladra el cerebro.

Lucía está en el cuarto con los bebés y salgo de la casa, ingreso en el vehículo con Brad y arranca.

Ninguno de los dos dice nada por un rato.

- No quiero presionarte bella, pero, si quieres hablar lo podemos hacer.

Mis lágrimas caen en silencio, sigo sin decir palabra, solo miro al frente.

A los pocos minutos llegamos al muelle, la playa está solitaria, retiro mis zapatos y corro hacia la orilla, allí respiro varias veces de la brisa marina, siento el agua salpicar mis piernas y mojar mis pies.

Oscar's Night... Part II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora