¿Jugamos?

Capítulo II

El castaño yacía tumbado en la cama con las piernas alzadas sobre el cabecero, con la espalda y la cabeza sobre el colchón. Se dedicaba a lanzar una pelota hasta hacerla rebotar contra el techo, y así sucesivamente mientras escuchaba la bronca de sus dos amigos.

—Louis, esto es serio. No puedes hacer eso, fingir estar borracho para acostarte con alguien es delito. —bufó Zayn, sentado en una silla a poca distancia de él. Liam, quien se encontraba en el otro extremo completando el triángulo, negó con la cabeza.

—No es delito si hay consentimiento. —razonó pensativo—. ¿Pero cómo sabrás si él quiere hacerlo?

—Le propondré jugar a un juego, y si llegamos a tal extremo, le preguntaré si está seguro. —se encogió de hombros—. De todos modos, ¿qué tanto problema le veis? vosotros os acostáis cada cinco minutos como putos conejos. —resopló. Liam trató de no reír, y Zayn se ruborizó.

—Es diferente, nosotros somos pareja. —se defendió—. Vosotros sois mejores amigos.

—No veo la diferencia. —mintió.

—Eres imbécil.

—Hey, sin faltar. —le lanzó la pelota.

El morocho comenzó a reír agarrando la pelota, lanzándosela a Liam para que saliera del pequeño trance en el que se había quedado inmerso.

—Piensas mucho, Liam. Y eso no es bueno, porque tú no piensas nunca. —vaciló el ojiazul. Sus labios formularon una sonrisa socarrona al ver en su amigo un rostro indignado, y soltó una carcajada cuando él rodó los ojos.

—Ya llegó el comediante. —rodó los ojos.

—¿En qué piensas, amor? —preguntó Zayn, con la voz endulzada y su mirada cálida posándose en él.

—No me cae bien ese tal "Harry" —cuestionó, haciendo las comillas con sus dedos.

Fue ahí cuando Louis se puso serio. Se enderezó hasta quedarse sentado sobre la cama con las piernas cruzadas, y observó a su amigo con atención.

—No lo conoces, no te puede caer mal.

—Creo que tiene malas intenciones contigo.

—¿Qué mierda sabrás tú? —frunció el ceño. Le era inevitable ponerse a la defensiva cada vez que alguien cuestionaba el nombre de su mejor amigo, y aquella ocasión no sería diferente. Liam suspiró.

—No te pongas así, solo he dado mi opinión. Eres mi amigo, Louis, y de lo que estoy seguro es de que no quiero verte mal. Por nadie. —explicó entristecido. Louis lo miró aún a la defensiva, nada conmovido por sus palabras.

—Lo estás juzgando sin tener ni idea de como es. Además, ¿qué intenciones supones que tiene conmigo? ni siquiera le gusto, es imposible.

—Bueno, tú eso no lo sabes. —musitó.

—¿Intentas decirme algo, Liam?

—Lo único que trato de dec...

—Lo que Liam quiere decir, es que solo mira por tu bien. No sabemos que intenciones tiene contigo, ni los sentimientos que tiene hacia ti. —interrumpió Zayn, saliendo en su defensa—. No lo conocemos, por eso dudamos de él.

—No tenéis motivos para dudar de nada.

—Está bien. Solo ten cuidado, ¿sí?

—Siempre lo tengo. —se encogió de hombros.