Cuidando a Harry

Capítulo 20

Bella llevó a Hermione de la mano a la habitación que se había convertido en suya desde la fatídica noche en que mataron a sus padres. Estaba cómodamente decorado con una pequeña sala de estar que contenía un sofá de dos plazas cubierto de tela y una gran silla suave con respaldo alado perfectamente colocada para recibir una iluminación óptima de la pequeña chimenea.

Bella acercó a Hermione al sofá de dos plazas y tiró de ella a su lado. Las dos mujeres se sentaron de lado para poder enfrentarse. Bella se puso cómoda; metiendo su pierna izquierda debajo de ella. Sin varita, encendió un fuego en la pequeña chimenea.

"¡Grisi!" Bella llamó a la pequeña elfa doméstica, y con un suave pop apareció la pequeña elfa.

"¿La señora Bella está llamando a Grisi?" El pequeño elfo chilló.

"Sí Grisi, ¿podrías traer un poco de té para la señorita Hermione y para mí?" Bella preguntó dulcemente.

"Sí señora, Grisi volverá enseguida." El elfo se alejó solo para regresar un minuto después con el té solicitado y una variedad de galletas danesas.

"Gracias Grisi." Bella le dijo al elfo. "Eso sería todo." El pequeño elfo hizo una reverencia y luego se alejó con suavidad.

"Ahora bien…" comenzó Bella, mirando a la joven bruja. "¿Por dónde empezamos?" Dijo la hermosa bruja mayor con una pequeña sonrisa.

"Bella ... estoy un poco confundido. ¿Qué se supone que empecemos?" Preguntó Hermione moviéndose nerviosamente en su asiento.

Bella suspiró profundamente pero mantuvo una mirada divertida en su rostro. "Bueno" hizo una pausa aquí para un suspenso dramático. "¿Qué tal si comenzamos con las miradas extrañas que nos has estado dando a Harry ya mí durante la última semana?" Una sonrisa juguetona apareció en su rostro.

Los ojos de Hermione se abren en una mezcla de miedo y sorpresa ante la pregunta directa. "Uhm ... no estoy seguro de saber a qué te refieres." Hermione dijo mirando a cualquier parte menos a Bella.

Bella alzó una ceja con incredulidad ante la bruja más joven; cruzó los brazos sobre el pecho y miró sin pestañear. Hermione comenzó a morderse el labio inferior todavía sin encontrar los ojos penetrantes de Bella con la esperanza de que Bella no siguiera su línea de preguntas.

Pero su esperanza de un indulto no sucedió mientras Bella continuaba mirando pacientemente a su joven protegida. Al darse cuenta de que Bella no dejaría caer el tema, Hermione dejó escapar un largo y profundo suspiro. Inclinándose hacia adelante y colocando su cabeza entre sus manos, decidió que debía ser sincera a pesar de la vergüenza que sabía que seguramente sentiría.

Hermione se levantó del sofá de dos plazas y comenzó a caminar frente a la chimenea, con los brazos cruzados frente a ella y mordiéndose las uñas de la mano derecha. Bella podía sentir que Hermione estaba tratando de reunir el valor para hablar, así que no dijo nada y le dio tiempo a Hermione para organizar sus pensamientos.

Hermione dejó de caminar y se volvió hacia Bella, quien tenía una mirada de aliento en su rostro. "Creo que hay algo mal en mí ..." comenzó Hermione. "... quiero decir ... no sé ... creo que sucedió algo, algo inesperado." Hermione le dijo a Bella con la esperanza de que de alguna manera entendiera sus divagaciones para no tener que continuar.