Cuidando a Harry

Capítulo 21

Minerva McGonagall atravesó el Callejón Diagon hasta llegar al Caldero Chorreante. Se acercaba el mediodía y la carta le decía que llegara a las 12:00 en punto. Siguiendo las instrucciones, se acercó a Tom, el barman, y pidió ver al Sr. Evans. Tom le dijo que podía reunirse con su grupo en la habitación 207 en la parte superior de las escaleras, la última habitación a la izquierda.

Minerva se preguntó por qué había accedido a reunirse con este Sr. Evans, pero se sintió intrigada cuando la carta decía que el hombre tenía información relacionada con su león perdido. Los únicos leones que había perdido recientemente habían sido Harry y Hermione. Al principio estaba enojada porque alguien se hundiría tanto como para traer pérdidas tan dolorosas. Pero entonces su mente aguda captó el apellido 'Evans', el apellido de soltera de Lily. ¿Fue una coincidencia o alguien con conocimiento de la madre de Harry estaba tratando de atraerla más?

La ira pronto se convirtió en curiosidad, pero ella sabía lo que la curiosidad le hacía al gatito. Habría rechazado la carta de inmediato si no fuera por el post guión; esa pequeña línea tenía un significado especial para ella, algo que solo unas pocas personas sabían, de hecho, solo dos personas habían conocido. "PD: Nimbus Two Thousand es un regalo maravilloso. ¡Gracias!"

Fue esta línea la que llamó su atención más que cualquier otra cosa que hubiera contenido la carta. Le había comprado a Harry una Nimbus 2000 cuando se unió al equipo de Quiditch de Gryffindor en su primer año y le había pedido a Harry que lo mantuviera en secreto entre ellos. No quería que otros estudiantes pensaran que lo estaba favoreciendo a él sobre los demás.

Quienquiera que fuera, tenía que haber estado cerca de Harry. Los únicos en los que podía pensar eran la Sra. Granger y Ronald Weasley. Hermione, lo último que escuchó, estaba desaparecida y se presume muerta, otra pérdida que se tomó personalmente. El otro, por supuesto, quería vencerlo con una bludger con sus entrevistas recientes en el Daily Prophet y ese maldito libro del que era coautor con Rita Skeeter. Nunca había estado tan decepcionada con un estudiante desde Peter Pettigrew, y el nivel de traición era casi el mismo en su libro.

Así que aquí estaba a punto de llamar a la puerta, lista para encontrarse con alguien que bien podría ser un Mortífago por todo lo que sabía, pero tenía que venir. Fue casi una compulsión; tenía la necesidad de descubrir algo sobre su león perdido.

Minerva levantó su mano izquierda y con la derecha sostuvo con fuerza su varita. "Toc, toc, toc" El sonido de sus nudillos golpeando la puerta de madera de aspecto destartalado pareció resonar arriba y abajo por el pasillo tenuemente iluminado, haciendo que los pelos de la nuca se le erizaran.

La puerta se abrió una rendija y un par de ojos gris plateado la miraron desde debajo de una capa. Por un momento, la persona detrás de la puerta no hizo más que mirarla como si la estuviera estudiando. Luego, la puerta se abrió por completo cuando la pequeña persona encapuchada se alejó de la puerta y la hizo señas para que entrara.

Minerva dio un paso adelante vacilante, sus ojos recorrieron la habitación de tamaño mediano, inmediatamente sus ojos se fijaron en otra persona envuelta en una capa que estaba sentada en una mesa pequeña con ambas manos sobre la mesa mostrando que la persona no tenía una varita ... al menos en sus manos. .