El Asalto.

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—¡¿Que pensabas?!, por ningún motivo te voy a dejar solo en esto—respondió aquel señor vestido de blanco.

—Papá, esta guerra no es de tu incumbencia, si no te avise de mis planes o de lo que estaba pasando fue por algo—con un poco de genio responde el rubio.

Las camionetas al igual que el auto moderno pertenecen al padre de Petrik, después de un buen tiempo separados vuelven a encontrase cara a cara.

—Que no dice él.¿Recuerdas que fue Huik quien mando a tu amigo a matarme?—preguntó el padrino con cierto enojo.

—Si papá, sin embargo no quiero que te pase nada, al fin al cabo eres mi padre y eso no lo va a cambiar nadie—caminando unos pasos comenta el joven.

Después de un emotivo abrazo los dos hombres se disponen a empezar con el asalto, unos de los hombres que estaba en ese lugar se da cuenta que se asercaba la otra camioneta que faltaba.

—Patrones los otros cuatro hombres están llegando,¿cuales son las órdenes?—pregunta el observador.

—Bueno con esos cuatros y contando los tres escoltas de mi padre somos los necesarios para atacar a esos bastardos—el tono del joven cambió por completo, su voz reflejó seguridad a todos los presentes.

El ataque estaba a punto de empezar, todos estaban cargando municiones, comunicadores, granadas, lanzacohetes, vamos lo que viene siendo un mini ejército.

El chico nuevamente se monta en su automóvil con sus escolatas personales Dimi y su hermano Oslo, fueron los primeros en poner rumbo hacia el túnel que se encontraba a un kilometro de la mansión, luego su padre y después los demás hombres que se encontraban en el lugar.

Todo estaba listo, solo faltaba que el muchacho diría la señal, todos esperaban impacientes para nada más que le llegaran el mensaje, atacar. El padrino recibe un mensaje.

Contacto de Petrik:

P: Ya estamos en posición, comienza el golpe.

Los diez vehículos comienzan a rodar, pisoteando el acelerador a fondo llegaron a la entrada de la mansión, pasando por el punto de control en un abrir y cerrar de ojos matan a los dos seguridad que estaban en ese momento custodiando la puerta.

Siguiendo una pequeña carretera seguían conduciendo dentro ya de la mansión, algunos enemigos se encontraban patrullando la zona por lo que el padrino comenta a el conductor.

—Pasa cerca de ellos, los matare con el auto en movimiento.

El conductor capta lo que pretendía hacer su jefe, manteniendo la velocidad pasa justamente como le habían indicado, la pistola de el padrino juntas con las de los dos hombres sentados atrás empezaron a sonar.

Seis disparos impataron en aquellos tres enemigos, cabeza, pecho y pierna, en ese orden los asaltantes lograron impactar a sus objetivos. Por el otro lado el joven se encontraba caminando con sus guardaespaldas por el túnel.

El joven era más discreto, su arma con silencidor reducía cualquier ruido, así prevenía que los hombres que se encontraban dentro de la casa supieran que el estaba casi adentro de la fortaleza.

Escondidos atrás de un muro, el rubio nota que solo un hombre custodiaba la puerta que separaba la casa con la mansión, rápidamente Dimi apunta su arma y halando el gatillo de su arma dispara.

Un cuerpo cae al suelo, señal de que el pistolero había aceptado al blanco,

—Tengo un puntería—dijo Dimitriv soplando el cañón de su arma.

—Tio por favor enfocate—respondio el joven.

Al pasar la puerta ven un pasillo largo con un pequeño desvío a la derecha por lo tanto el chico le dice a sus acompañantes.

—Pasando este pasillo subiendo las escaleras se encuentra el despacho de nuestro objetivo final, Huik—indicándole donde se encontraba su mayor enemigo comentó el ojiazul.

El enfrentamiento afuera de la mansión era intenso, los hombres de Huik habían escuchado los disparos y rápido tomaran defensivas, sin embargo los hombres del Señor Perouv fueron más inteligentes, agarrando las camionetas de escudo pudieron bloquear algunas balas.

Balas venían y iban en distintas direcciones, hombres caían muertos de distintos bandos, a pesar del enfrentamiento los mercenarios del padrino lograron asesinar a todos los rivales que se encontraban en la puerta principal.

Justo como lo había planeado Victok la reyerta de afuera había ayudado a el chico a entrar a la mansión sin que sea detectado. Caminado lentamente por el pasillo llega a la puerta del despacho de su mayor pesadilla.

—¡Levanta las manos!—exclamó el rubio dándole una patada a la puerta.

Adentro se encontraba Huik sentado con las piernas subidan en su escritorio.

—Te estaba esperando—con tono sarcástico respondió su pesadilla.

—¡Como que me estabas esperando hijo de puta!—con alteración respondió el joven.

—Sabía que tarde o temprano esto tenía que pasar, por eso llamé a la policía para que se encarguen de ustedes—con carjadas respondía Huik.

—Bastardo insolente—le grito el joven mientras apuntaba su arma.

—Dispara si tienes huevos, te voy a ayudar hacerlo, tu chica, aquella rubia sexy quiero que sea mi puta—provocavan a Petrik para que disparara.

El joven corre hacía donde esta sentado Huik dándole asi un puñetazo que lo tumba del sillón, en el suelo empieza a golpiarlo agresivamente, hasta el punto de que el provocador queda inconsciente.

—Di tus últimas palabras—habló el rubio mientras tenía el cañón de su arma en la frente del hombre golpeado.

—Me follare a tu novia en la otra vida.

Un disparo se escucho en aquel lugar silencioso.

La policía se acerbaba al lugar, juntos con ellos venía un helicóptero, las tropas especiales, dos escuadrones de asalto, doce patrullas, la motorizada y un equipo de intervención.

Al llegar los oficiales se preparan para intervenir el lugar rompiendo así la puerta, por las ventanas lanzan gas lacrimógeno, el helicóptero se encontraba patrullando la salida.

Los oficiales juntos con las tropas y el equipo de intervención van revisando puerta por puerta.

—Alfa aquí lobo, la cocina despejada—se comunicaban entre ellos mismos.

—Lobo aquí Beta— baño despejado.

—Dormitorios despejados.

—Salón de juntas despejado.

—Central tenemos un problema, encontramos a un señor con impacto de bala en su cabeza, encima una nota que dice así.

Fueron muy lentos, nos escapamos delante de sus narices.

Diez minutos antes:

Antes de que llegara la poli, Dimi le informa a el padrino por mensaje que la policía se acercaba, acto seguido el padre del rubio les da esa información a sus hombres, por lo que muy rápido se montan en sus autos y salen a toda máquina de ese lugar. Por el otro lado Petrik con los dos hermanos salieron por el mismo túnel que entraron y yacían conduciendo rumbo a la hacienda.










Una Historia De Dos (En Proceso).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora