Petrik había decidido cumplir el sueño de toda chica o casi toda, tener relaciones sexuales en un avión.
Por otra parte Dimitriv se encontraba en la cabina esperando a que los dos jóvenes terminarán, pasaban los minutos y no salían de aquella habitación, la cual se convirtió en la primera ves de Deysik.
Como el señor veía que se demoraban decide llamar al padrino, el papá del rubio.
—¿Me alcanzas el teléfono satelital?—le pregunta Dimi al pilotó.
—Por supuesto jefe—respondió el piloto extendiendo la mano con el teléfono.
Llamando a el señor Perouv:
—Jefe por aquí Dimitriv, ¿cómo esta usted?.
—Bien amigo mio, me comentó tu hermano que estas acompañando a mi hijo en su viaje de vacaciones.
—Así mismo, sabes que me comprometí a cuidarlo con mi vida si es necesario—con tono firme habló.
—¿Y anda cerca?, quiero hablar con él.
—Ahora mismo no se encuentra a mi lado, esta un poco ocupado que digamos—el parino pudo escuchar desde la otra línea unas leves carcajadas.
—¡Ese es mi hijo!—gritó de alegría el papá del muchacho
—Jefe, ¡¿sabés precisamente en que esta ocupado!?—dudas por parte de Dimi.
—No estoy seguro, sin embargo me imagino una cosa que todo joven a su edad esta haciendo.
—Usted no falla Padrino—pequeñas carcajadas.
Luego de una calurosa despedida el guardaespaldas del ojiazul cuelga el teléfono, Ya había pasado una hora y los muchachos no salían del cuarto.
—Si me necesitas estoy en el salón—le comentó el señor al piloto.
La aeronave estaba conformada de la siguiente manera.
La cabina: allí se encontraba el piloto al timón.
El salón del medio: donde estaban seis asientos, una mesa para reuniones , una televisión gigantesca, un frigorífico con comida y suministros necesarios para el viaje.
La parte de atrás: era una auténtica locura, había una mini cancha de fútbol, otra tele inmensa, juegos virtuales, cuatro asientos más, todos los regalos, el cochesito para el bebé de Petrik, una cuna, dos habitación, en unas de ellas es donde se encontraba el joven con su novia, el baño portátil y una mesa de cocina para doce personas.
La zona de carga: dos camionetas, paracaídas, armas automáticas, rifles de asalto, chalecos antibalas, todo lo necesario para una guerra.
Gracias a los veintitrés metros que media el avión podía haber tantas cosas, muchos lo llamaban "La casa flotante" y la verdad era cierto, la aeronave estaba capacitada para volar miles de kilómetros y debido a los complementos en su interior podía ser una casa fácilmente.
El señor que se encontraba en el salón siente el ruido de una puerta cerrándose, desde el pasillo nota una silueta familiar.
—¿Petrik?.
—Si tío, soy yo—respondía el joven caminando en dirección hacia su escolta.
—¿Tienes un cigarro?—preguntó el rubio.
—¿Sobrino, desde cuando fumas?
—No fumo frecuentemente, pero de ves en cuando le doy unas caladas a un cigarrillo.
—Toma.
Petrik se sienta en unos de los asiento con el cigarrillo en su mano izquierda, al frente se encontraba su tío observando el cielo, de repente el señor voltea su cara y comenta.
—No te preguntaré nada sobre que paso en esa habitación porque es un poco inapropiado preguntar, no es de caballeros hablar lo que haces con una mujer en la intimidad—certero como siempre habló el tío del muchacho.
—Muy cierto, solo diré que hice feliz a mi novia—soltando el humo de sus pulmones respondía el ojiazul.
—Estoy orgulloso de ti Petrik.
Esas palabras cambiaron los ánimos del joven, de contento a sublime, nunca había escuchado a su tío decir tal cosa, por lo que rápidamente pregunta.
—¿Me explicas?.
—Escucha, eres un chico inteligente, terminaste la universidad con excelentes calificaciones, a tu corta edad supiste afrontar problemas como todo un adulto, por ejemplo cuando tu amigo calló en el hospital, la primera cita con tu chica, lograste vencer a los enemigos de tu padre, ya no eres un adolescente, ahora eres todo un hombre—termina de hablar dándole un beso en la frente a el joven.
Tío...gracias por todo, más que mi guardaespaldas, has sido mi amigo, compañero, maestro—ciertas lágrimas se dejaban ver por las mejillas de Petrik.
—¿Jugamos un poco fútbol?, pero antes llama a tu padre, quiere hablar contigo.
—Pasame el teléfono satelital, saldré yo mismo de duda—comentó el rubio cruzando sus piernas.
Llamada en línea.
—Padre, me comentó Dimi que quieras hablar conmigo, ¿pasó algo?.
—No hijo, la situación esta controlada, la prensa dio un reporte desde la mansión de Huik diciendo que fue un ajuste de cuentas entre bandas criminales, pero no tienen ni idea que fuimos nosotros.
—Así es mejor papá, mientras menos sepan, menos pueden hablar, eso fue lo que me enseñaste.
—Aprendes rápido—una risa dulce escuchó el joven desde la otra línea.
—Bueno cambiando de tema, ¿cómo estás?—preguntó el señor Peruov.
—Bafff, me siento el hombre más feliz del planeta.
—¡Me imgino!.—exclamó el padrino.
Megafonía del avión:
Señores pasajeros estamos a diez minutos de aterrizar en las coordenadas 36 norte, 15 noroeste, 4 sur, Santo Domingo, República Dominicana.
—Hijo, me despido estas llegando al caribe, mas tarde te llamo, un abrazo, cuidate y difrtuta al máximo trayéndome un nieto—carcajadas.
—Vale papá, tomo nota de tu petición, un abrazo para ti también.
Los dos hombres se ponen el cinturón de seguridad esperando a que el piloto informara sobre el aterrizaje.
—¿Jefe y su novia?—preguntó dudoso su guardaespaldas.
—Dormida en la habitación.
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Una Historia De Dos (En Proceso).
RomanceEl padre de Petrik es un mafioso muy reconocido por lo que tenía muchos enemigos. Una noche, al mejor amigo del protagonista le encomiendan una misión: matar el papá de Petrik, a lo que el se niega rotundamente, sin embargo, la banda rival se da cue...