El piloto avisa por megafonía:
Nos estamos aproximando al aeropuerto ubicado en la mansión del Señor Perouv, por favor tengan los cinturones puestos en el aterrizaje, muchas gracias.
—¿Desdé cuándo tenemos un aeródromo en República Domicana?—pregunta el rubio a Dimitriv.
—Desde que la influencia de tu padre llega a cualquier rincón del mundo—responde Dimi amablemente.
El joven mantiene silencio por un momento, un gesto con sus manos dejo a simple vista una pose como si estuviera pensando.
Cuando papá se retire esto se viene abajo—pensó el muchacho en voz alta.
—Estoy de acuerdo contigo mi joven sobrino, tu padre es el creador de la mafia rusa, cuando él se retiré perderá el control de sus enemigos y amigos—se expresó el guardaespaldas del chico sacando un cigarrillo de su bolsillo.
—Por eso temo por la seguridad de la familia, tendremos que estar preparados para cualquiera imprevisto—habló el joven.
El joven observa como se acercaba lentamente su novia hacia donde el se encontraba, un poco desarreglada, su cabello despeidano, signos de que había pasado una noche de placer.
—Parecé que estuviste en un tormenta, solo mira tu aspecto—entre risas hablaba Dimi.
La chica al ver su apariencia nota que es cierto lo que decía el tío de su novio.
—Siento mucho que me vieran en estas pintas, sin embargo regreso a mi habitación a cambiarme—comentó la rubia un poco sonrojada por la vergüenza.
—Amor, por mi como si no te cambias—habló el chico mirando de arriba abajo a su chica.
Para Petrik el aspecto de su chica le importaba poco, él pensaba que su novia maquillada o desarreglada era una princesa, la misma que lo despertaba con el desayuno en la cama, la cual le regala una sonrisa al abrir sus ojos por la mañana.
—No mi rey, tengo que cambiarme de ropa, para nada voy a recibir al caribe así—después de un beso en los labios a su pareja se marchó la muchacha.
Todo aquello le parecía hermoso a Dimitriv, viéndolos recordaba años atrás con su mujer, esos días antes de tomar la decisión de formar parte de la Mafia Rusa. Aquellos días eran perfectos, risas, paseos con su señora, algunos que otros viajes de placer. Es verdad que Dimi siendo millonario podía darles todos los caprichos a su esposa, sin embargo sabía que tan solo una bala podía acabar con su vida.
—¿En qué piensas tío?, te quedaste paralizado y con la vista perdida—hablaba el joven observando su reloj de pulsera.
—Pensaba......en que antes de unirme con tu padre en la mafia los días eran más felices—respondía el señor pensativo.
—Tío tienes toda la razón, nadie escoje esta vida de preocupaciones, de sangre, muerte, secuestros, dinero, pero fue la vida que escogimos no porque quisimos, si no por obligación, nunca iba a dejar que matarán a mi papá o a mi madre, ni mucho menos a mi novia, protegeré a la familia con mi sangre—esas palabras a su guardaespaldas sonaron como si las hubiera dicho El Padrino.
—Ahora entiendes porque dije que estoy orgulloso de ti—comentaba Dimi.
—Ya lo tengo claro tío—con fuerte abrazo agradecía el joven.
—¿Ustedes vinieron de vacaciones o a ponerse sentimentales—preguntó la joven desde el pasillo del avión.
—Wow.......es que—sobrino la baba y cierra la boca que entrará cualquier bicho—carcajeándose hablaba el esconta del muchacho.
La chica sorprendía al novio con un vestido negro ajustado a su cuerpo, su maquillaje podía comparece con una modelo profesional, sus tacones altos resaltaban aquella aeronave, negros con diamantes, estaba cansada de escuchar el glumor es lo último que se pierde.
—Así mejor—mirando a Dimitriv preguntó.
—Mmm, si.
Megafonía del avión:
Señores pasajeros quedan exactamente dos minutos para tocar tierra, mantengan en sus asientos con la seguridad adecuada.
—¡Vacaciones!—grito la chica emocionada.
ESTÁS LEYENDO
Una Historia De Dos (En Proceso).
RomanceEl padre de Petrik es un mafioso muy reconocido por lo que tenía muchos enemigos. Una noche, al mejor amigo del protagonista le encomiendan una misión: matar el papá de Petrik, a lo que el se niega rotundamente, sin embargo, la banda rival se da cue...