𖡼.𖤣𖥧12𖡼.𖤣𖥧

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18 de marzo, Washington D.C, pool bar.
12:45 AM

We will, we will rock you, yeah, yeah, come on
We will, we will rock you, alright, louder!
We will, we will rock you, one more time
We will, we will rock you
Yeah

—¡¡YEAH!!

Terminó de cantar con una sonrisa Tokio mientras los otros dos se reían.
Jalisco, Tokio y Santiago estaban sobre el escenario, abrazados por los hombros siendo Jalisco el que estaba en medio frente al micrófono que estaba en su base.

Tokio se las arreglaba, no cantaba tan mal; Santiago no cantaba, gritaba en un vano intento de tener ritmo; Jalisco era otro asunto, a pesar de estar ya pasado de copas su voz seguía saliendo increíblemente bien.

—¡La siguiente canción va dedicada a mi querido amigo, Washington!— Jalisco había tomado el micrófono acercándolo a su boca— Gracias a él podemos tener está bonita velada, en uno de los bares más bonitos de su ciudad— Con una sonrisa señaló a su amigo en una de las mesas del lugar, los demás soltaron una carcajada y aplaudieron en dirección a la capital nombrada.

Washington tenía un revoltijo en la panza, algo de alegría por el momento, algo de vergüenza por la mención de su amigo, e impaciencia de saber que canción sería para él.

—En cuánto baje del escenario llévatelo a la bodega— Lima codeó sin delicadeza a Buenos Aires.

—Si….— Estaba más concentrado en su envidia a Washington. En toda la maldita noche no había podido acercarse adecuadamente a su objetivo.

—¡Está va….¡¡Por Washington!!!

17 de marzo, sede de las naciones unidas, Washington D.C
Un día antes de la reunión.
9:23 AM

—Calmate un poco Washington, me estresas por verte estresado.

—Tu no le entiendes Ottawa, ¿Y si lo que dijo Seúl es verdad?

—¿Acaso es verdad?

—¡No lo sé!

—Washington, escucha— guardó silencio un momento, ¿Cómo decirlo para que Washington entendiera?— Tal vez si te gusta— la otra capital lo vió con miedo— ¡Déjame terminar!, Te puede gustar cómo….¡Cómo también te puede gustar el pastel!

—No entiendo tu punto….

—Si, gustar no necesariamente tiene que ver con algo romántico— Ottawa tenía un buen punto— Por ejemplo, a mí me gusta Tokio en su forma tan enérgica de ser. El otro día me dijo que la peor forma de deshacerse de un cuerpo es arrojándolo al agua….No importa, lo que quiero decir es, ¿Y si tú ansiedad es porque consideras a ese chico un buen amigo y solo quieres pasar un poco más de tiempo con él?, Es entendible por dónde lo mires.

—Tal vez….tal vez tengas razón— Un poco más animado respondió.

—Ahí está, deja de quebrarte tanto la cabeza dios mío— En cierto punto entendía a Washington— Me sorprende lo capaz que eres en otras cosas y no en sentimientos.

—Me criaron para ser eficiente, no para estas cosas sentimentales.

—Y aún así estás confundido por un mexicano— Añadió el canadiense con gracia— ¿Que diría tu padre al respecto?

—No le convendría juzgarme….él también le llora a un mexicano— Miro por la gran ventana de la oficina un poco más calmado.

Seguía un poco ansioso, Ottawa tenía razón y si que era verdad que muy dentro de él quería pasar un poco más de tiempo con el bicolor. La forma tan natural en que se daban las cosas entre ellos, como las pláticas y risas eran un buen escape para el estrés de Washington. Entendía su inquietud, quién sabe cuándo podría tener otra vez la oportunidad de estar con Jalisco, bien podría visitarlo o viceversa pero ambos siempre tenían la agenda apretada. No fueron pocas veces en las que se veían, las reuniones entre México y USA eran algo frecuentes, de trabajo o no, siendo USA el que visitaba el terreno mexicano y de la mayoría de las veces lo llevaba. Fue así como formó su amistad con Jalisco. Aunque constaba de pequeñas pláticas y uno que otro recorrido.
Washington afirmaba por mucho que Jalisco era de los más capaces de todos los demás estados, muchas veces le pregunto a USA los roles de la familia mexicana en su territorio, pero como siempre el de cincuenta estrellas solo contestaba con un "no es nuestro asunto"
Inclusive llegó a planteárselo al mismo Jalisco, la última vez que se habían visto antes de esa reunión en las Naciones Unidas.

No Seas Pendejo ¡Ya Dejate Querer! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora