3. Estoy enamorado de ti 🔞🔥

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🔞#AvisoDeSabroseo: Capítulo largo +18. Lean bajo su responsabilidad. Si no les gusta este tipo de contenido les ruego amablemente que pasen de largo. #NoMeReporten

Earth abrió los ojos con un suspiro y se encontró con la oscuridad de la habitación. Sintió el peso del gato sobre su vientre y lo apartó sin mirarlo para girarse de lado. Se sobresaltó cuando encontró el bulto hecho con el edredón tan cerca de él. El pelo del niño se asomaba en una maraña caótica. Lo acarició y escuchó el gemido suave.

Mix se arrastró un poco hasta pegarse a su pecho, todavía sin abrir los ojos. Earth sonrió con su corazón latiendo rápido y su sangre corriendo por su cuerpo. Era la primera vez que despertaba con el pequeño a su lado. Era la primera vez que dormía en esa cama junto a él.

Uno de los gatos maulló y se subió en su costado clavando las patas en su cadera. No quería irse, quería quedarse con el chico allí. Somphon reclamó atención de nuevo.

—Cállate, Som, eres una invitada. No me hagas avergonzarme —murmuró el muchacho con su mano pegándose repentinamente al pectoral de Earth.

Se le aceleró aún más el pulso. Sabía que estaba desnudo y que el niño también lo estaba. Metió su brazo debajo de aquel capullo que había hecho con el edredón y busco su piel en silencio. Su palma dio con la cintura y describió el camino hasta su espalda para llevarlo más cerca. Mix suspiró acomodándose, con los contornos de su cuerpo acomodándose al suyo.

Somphon maulló de nuevo.

—No pienso levantarme, maldita tirana. Puedes esperar una hora para desayunar —recriminó con la voz ronca sacando la cabeza de su escondite.

Earth le miró en la oscuridad por unos segundos. Tenía la cara hinchada por el sueño y la marca de la sabana en su mejilla. Le pellizcó un moflete y el chico hizo un puchero.

Pegó la cara a su pecho y restregó la frente en la piel de sus pectorales antes de suspirar y quedarse allí.

—Buenos días, gatito. —Acarició su pelo negro entre los dedos.

—Buenos días —contestó en un susurro sensual.

Earth no creía la suerte que estaba teniendo. Le había costado casi 12 años despertar al lado de Mix; 12 años, un secuestro, el tratamiento de su enfermedad mental y perderlo todo. Ese había sido el precio que pagó para sentir el calor del cuerpo suave del muchacho entre sus brazos.

Y volvería a pagarlo mil veces más.

—¿Quieres que te prepare un café? —preguntó.

—Quiero que nos quedemos en la cama un rato más... —pidió abrazando a Earth.

Joder, echaría raíces en el colchón si era lo que quería. Haría cualquier cosa por él, cualquier maldita cosa del mundo.

En el último año había mejorado con los tics. Ya no eran tan llamativos y no se desencadenaban brutalmente cada vez que alguien hablaba de Mix. Pero aún así, le echaba de menos.

Su relación había avanzado despacio, muy despacio. Tan despacio que muchas veces, Earth quiso amarrarlo a la cama y follarlo hasta dejarlo seco. Pero no lo hizo.

Empezaron viéndose de vez en cuando, en lugares a los que iban ambos un poco por casualidad: una fiesta en casa de Ohm, ir a comer a casa de los Puitrakul, la consulta donde llevaba a Edin. La primera vez que fueron solos a cenar, tuvo que armarse de valor para pedírselo. Acabó reafirmando su teoría de que Mix era explosivo y único aquella noche.

Una vez lo llevó a la playa porque el veterinario sugirió que le gustaría ver el mar. Le llamó temprano y le arrastró hasta Pattaya cuando aún amanecía. Pasaron el día tirados en la arena y los hombros del chico habían terminado rojos por el castigo del sol.

4. MILLION MEMORIES [Capítulos especiales]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora