5. No le gusto a mucha gente

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Kao aparcó a dos manzanas del colegio y echó a correr. Tenía el tiempo justo para llegar a la puerta antes de que la clase de Boun saliera. Esquivó a un gran grupo de padres que caminaba lentamente. Aflojó la marcha cuando se dio cuenta de que todavía estaban saliendo los más pequeños.

Se quedó cerca de la puerta y miró el teléfono móvil con una sonrisa. No había llegado tarde después de todo.

Sawadee —escuchó la voz femenina y levantó la cabeza para ver a un grupo de personas ante él —, ¿viene a buscar a algún niño?

Había visto a esa gente antes de lejos, nunca habían hablado, pero el tono le sonó ofensivo. Frunció el ceño debatiéndose entre la posibilidad de contestarle o no.

—¿Para qué familia trabaja? —comentó un hombre tras ella arreglando la corbata de su traje. 

Kao llevaba una camiseta negra y un pantalón vaquero. Apenas se vestía "elegante" cuando Up le obligaba, como para tener que venir al colegio en esmoquin. Era consciente de que debía verse como un pandillero. 

El colegio nuevo de Boun era la cosa más elitista que había visto en su vida, y sin embargo el niño parecía más cómodo de lo que lo había estado en la anterior escuela.

Sin embargo le pareció de muy mal gusto que aquel estirado imbécil diese por hecho que Kao no podía tener un hijo en ese centro solo porque había dejado el reloj de lujo en casa. Me gustaría que Up hubiese estado aquí, pensó con una sonrisa interna. El príncipe le hubiera dicho al estirado que podría comprar la empresa en la que trabajaba, fuera cual fuese.

—¡P'Tiger! —escuchó el grito emocionado y se giró lo suficientemente rápido como para ver a Boun corriendo hacia él. Le atrapó cuando llegó y le levantó, no pudo evitar la sonrisa que se formó en sus labios cuando las personas alrededor vieron al niño abrazarle con fuerza.

—Boun, ¿le conoces?—preguntó el entrometido de la corbata. No le gustó el tono que usó y esperaba de verdad que no siguiese hablando así o tendría que contestar. Y no le iba a gustar la respuesta.

—Claro —contestó el niño tocándole la cabeza a Kao.

—¿Nos vamos? El príncipe está esperando y hoy tienes visitas —dijo ignorando al resto. Boun palideció un poco pero se recompuso y asintió.

Le bajó al suelo y le quitó la mochila para llevarla. Boun sacudió su uniforme impoluto y se dio la vuelta un segundo para despedirse de un grupo de niños. Kao echó una última mirada dura al imbécil de la corbata y le notó encogerse un poco.

El pequeño tigre le agarró la mano y salieron de allí sin decir nada más. Caminaron hasta el coche, se subieron y arrancó saliendo al tráfico congestionado. Iban a llegar tarde, pero tampoco le importó demasiado. Le gustaban esos ratos que tenían él y Boun a solas. El niño llevaba viviendo en casa un mes y la rutina de llevarle e ir a buscarle era su favorita, aunque tuviese que madrugar todos los días.

—P'Tiger... ¿Crees que les gustaré? —preguntó de pronto seriamente.

— ¿A quién?

—A los amigos de príncipe P'Up... y a esos niños que me dijiste que vendrían. —Le miró un segundo por el retrovisor y vio como se mordía los labios nervioso.

—Claro que sí, le gustas a todo el mundo.

—No... en la otra escuela no le gustaba a mucha gente... —Kao volvió a mirarlo y cambió la dirección en silencio. Fue hasta un parque cercano y estacionó el coche junto a la acera. El niño se tensó—. Perdón, no quería decir eso...

—Vamos a dar un paseo.

Ya no le importaba llegar tarde. De hecho, en ese momento, no le importaba nada más que hacerle entender al pequeño que no pasaba nada porque alguien no le quisiera. Que él era más de lo que Kao podría haber soñado jamás y que, aunque todo el mundo le dejara de lado, él nunca lo haría.

Boun le dio la mano en silencio, y caminó a su paso mirando al suelo. Kao se sentía mal, le dolía el pecho y necesitaba abrazarlo en ese instante. Así que lo hizo. Se agachó y le estrujó en sus brazos. Sintió sus pequeñas extremidades a su alrededor y le levantó del suelo. Boun suspiró y las manitas dieron golpes en su espalda.

—Sabes que yo no hablo mucho, ¿verdad? —El niño asintió—. Yo no le gusto a mucha gente porque piensan que soy aburrido. Y mucha gente piensa que el príncipe Up debería, hmmm... querer a alguien mejor que yo. Alguien que hable más, que sea más listo.

—P'Tiger es listo. Tú sabes hacer comida y arreglar el jardín. Y sabes un montón de cosas en japonés...

—Pero eso no quita que la gente piense mal de mí. Siempre habrá gente a la que no le gustemos. Pero sé que le gustó al príncipe. Y le gusto también a Fluke y a Ohm.

—A mi también me gustas y creo que eres el mejor para querer al príncipe porque eres fiero y siempre haces que sonría... A veces grita y os enfadáis, pero siempre sonríe cuando le abrazas. Yo no quiero que te enfades conmigo, P'Tiger... Ni quiero irme de casa. No quiero que P'Up se enfade porque yo no le guste a sus amigos... —balbuceó agobiado.

—Te aseguro que Up me echaría a mí antes de echarte a ti de casa. Tú eres la persona que más quiere del mundo. Más que Fluke y que Ohm y más que yo.

El niño le miró con los ojos muy abiertos por la sorpresa, como si esa afirmación fuese la locura más grande que hubiese escuchado nunca. Kao sabía que no lo era. Up ahora mismo tenía un solo rey en su corazón y se llamaba Boun Noppanut Iam-Samang.

Y era así para él también.

—Boun, yo te quiero más que a Up —confesó—, y el príncipe te quiere más que a mí. Si no me ha echado de casa y no le gusto a mucha gente, ¿crees que te echará a ti si eres lo que más quiere en el mundo entero?

El chiquillo reflexionó mirándole fijamente a los ojos. Negó con la cabeza y volvió a abrazarse a su cuello, reposando la cabeza en su hombro.

—Bueno, no quiero que te vayas de casa tu tampoco, P'Tiger...

—Nadie se va de casa. Estate tranquilo... —Caminó hacia el coche con el niño aún en brazos sintiendo el peso ligero sobre él. El humor pareció mejorar porque Boun empezó a hablar de nuevo cuando llevaban unos minutos en el coche. 

El teléfono sonó y contestó en el altavoz.

—¿Dónde están los gatitos? Las visitas están llegando —comentó Up.

—Hemos pillado un atasco. —Miró por el retrovisor y le guiñó un ojo mientras el niño se reía, cómplice.

—Está bien, así se creará más expectación. ¿Ha ido bien el colegio hoy, Nuu?

—Sí, P'Up. La profesora ha sentado a Prem conmigo porque él todavía no lee muy bien y dice que así puedo ayudarle.

—Que bueno, mi chico favorito es un gran profesor. Hasta has conseguido que P'Tiger lea con nosotros... Nos vemos en casa, tengo que bajar, han llegado Pusit y First con los niños. Os quiero a los dos.

—Yo también te quiero, príncipe P'Up.

Colgó el teléfono y miró un segundo la sonrisa satisfecha de Boun en el reflejo. Yo también te amo, y creo que no he visto nada más bonito que la sonrisa que provocas en la cara de este niño.

***

Navegantes, uno cortito porque ayer se me volvió a pasar el #MiércolesDeMillion

Tengo un caos de proyectos, no me juzguen. Les quiero, les echo de menos, les leo. Se me cuidan.

¡Nos vemos en el infierno! 

4. MILLION MEMORIES [Capítulos especiales]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora