🖤 Una difícil explicación. 🖤

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   No recuerdo tanto mi vida antes de los cinco años, solo tengo conciencia de momentos importantes de mi vida, pero de lo que recuerdo claramente, es cuando supe que mi vida pronto terminaría…

    Flashback.

    Estoy sentada sobre la camilla del hospital, al cual se volvió muy usual venir. Mis pies los muevo hacia delante y hacia atrás, hay mucho espacio entre el suelo y mis pies, siento que podría caerme y me resulta divertido.

    La doctora que está a mi lado es linda, no me gusta cuando me inyecta, pero ella dice que es por mi bien. Además, ya han sido tantas veces que me inyecta que ya no siento mucho.

    —Y… Listo, muñeca —dice la doctora y muestra la inyectadora vacía—. ¿Ves que no duele?

    —Nop —respondo enérgicamente.

    —Bien, ahora te pondré el estetoscopio y me dirás si te duele el pecho o no.

    —Okey.

    Al colocar el estetoscopio hago lo que me dice, pero al hacerlo siento que mi corazón late fuertemente causándome mucho dolor. Luego, la doctora me pide que pare, aleja el aparato y suspira tristemente.

—¿Lo hice bien? —le pregunto, ya que sé que si lo hago bien, mis padres me comprarán helado de chocolate… ¡Mi favorito!

    —Claro que sí —responde con una sonrisa a medias y anota unas cosas en una carpeta—. Espera aquí hasta que vuelvan tus padres, ¿okey?

    —Bien —respondo.

    Antes de retirarse, le pido que me pase una pequeña pelota que me obsequió Tian para rebotar en el hospital. La doctora me advierte de evitar romper algo y me la entrega para jugar.

    Mientras espero a papi y a mami, tiro la pelota contra la pared para rebotar en el suelo y volver a mí. Hago la misma acción una y otra vez, pero un rato después de hacerlo, me aburro y mis papás tardan mucho en llegar.

    —Quiero un heladito, comeré un heladito de choco-chocolate… —canto mientras espero—. Mami me dará choco-chocolate, papi comerá conmigo choco-chocolate.

    Pasa más tiempo y bajo de la camilla decidida a buscarlos, aunque con un poco de esfuerzo por ser muy pequeña. La doctora me dijo que no saliera, pero quiero chocolate y ver a mis padres.

    Al salir de la habitación, una enfermera pasa y le pregunto por mami y papi, pero me toma en sus brazos y vuelva a llevarme a la cama. Al marcharse, salgo nuevamente de la habitación y me escabullo por los pasillos sin que nadie me vea.

Un Corazón Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora