El cachorro que trajo el invierno [KageHina]

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Pedirles de antemano una sincera disculpa por la demora del capítulo, pero que sepan que es uno de los más largos que he escrito dentro de esta historia, contando con más de 4000 palabras.

Aclarar también que todo el capítulo es una mirada al pasado sobre la vida de Sugawara.

Sin más que decir, ¡Disfruten de su lectura!<3

Dentro de una manada, la mayoría de los lobos cambia-formas son betas o alfas, mientras que el porcentaje de la población de omegas es bastante más disminuida, por eso es que cuando se revela a uno de ellos, el resto de lobos protegen al cachorro omega como si fuera algo de cristal que pudiese romperse en cualquier momento, con cualquier roce.

Siempre se espera que un lobo omega dé más omegas a la manada, por supuesto que se espera que sea fértil, sería muy desdichado que no lo fuera...

Si había tan poca probabilidad de que ese caso se presentara...¿Por qué su pequeño Kōshi tenía que tener esa mala suerte?

El segundo sexo de un lobo se muestra entre los doce a quince años de edad, puede ser alfa, beta u omega; Kōshi Sugawara era un omega, uno defectuoso o así le llamó el curandero del pequeño pueblo en que vivía la manada.

El ciclo de calor del cachorro estaba siendo raro esos últimos meses: su aroma era demasiado tenue en esos días, tanto que ningún lobo alfa parecía estar desesperado al percibirlo, no se alteraban a sentir las feromonas de Kōshi; y aunque aquello hacía sentir al pequeño lobo bastante aliviado, su madre estaba preocupada.

Y el diagnóstico que se le fue dado tampoco llenó a la mujer de muchas esperanzas. Realmente sintió su sangre hervir cuando le escuchó llamar a su hijo omega defectuoso. Hubiera preferido más la palabra ''especial'' en vez de ''defectuoso'', porque a pesar de todo, ella sabía que su cachorro era especial en todos los sentidos y adoraba como este era.

—La tierra llamando a mamá —La voz de su pequeño le sacó de sus pensamientos— ¿Está todo en orden? ¿Qué es lo que tengo? ¿Es algo malo?

—Ven aquí —Ella estiró sus brazos para atraerlo hacia si y abrazó a su pequeño— Eres mi niño especial, no importa lo que digan, Kōshi.

Una risa avergonzada salió de los labios del cachorro de cabello grisáceo— Mamá, ya no tengo cinco años.

—¡Oh, quisiera que los volvieras a tener, deja de crecer de una vez! —Sacudió al lobo con suavidad mientras reía.

La noticia no le cayó muy bien al omega, fue como un balde con agua fría con hielos. Todos los lobos saben que cuando un omega es infértil, la manada lo exilia a lo solitario del bosque y Sugawara no quería eso, ¿Quién querría eso realmente?; su madre le prometió que nada de eso pasaría mientras secaba las lágrimas del miedo de sus mejillas.

Aquello sería un secreto entre ambos, nadie debía enterarse, ni siquiera su padre, simplemente ella no permitiría que tocaran a su omega especial.