Vestido diario:
Butsu no es la única con esta ropa, sino que todos los demás refugiados también la usan..
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Katakuri apenas fué a atender el llamado de su madre, contó con la sorpresiva presencia de Dinora y aquel hombre de cabello gris, ambos tenían múltiples vendajes y ropa nueva, aunque parecían pijamas; sus rostros tenían un semblante serio pero a la vez preocupado, parecía ser que no habían recibido noticias. Un poco impaciente llamó la atención de la obesa mujer, haciendo que volteara a verlo mientras comía una gigantesca copa de helado, sonrió de una forma un tanto desagradable, moviendo la cucharilla mientras tarareaba alegremente como si tuviera una varita mágica y ella fuese un hada.
- Ya te harás una idea de porqué te llamé -Dijo mientras comía otra cucharada- Hay que pensar en dónde van a acomodarse, es un hecho que nos sobra el espacio pero hay que saber cuál van a ocupar.
- Pienso que es mejor en Komugi, podrán acomodarse cerca de Butsu, me parece lo más conveniente ahora -Respondió inmediatamente con total seguridad, Linlin no pareció pensarlo mucho, por lo que simplemente sonrió complacida.
- Bien, envía a los constructores y busca algún edificio que puedan ocupar mientras tanto, eso sería todo.
Completamente en silencio los presentes hicieron una reverencia dispuestos a irse, claro que apenas salir de la sala Katakuri los detuvo- Oiga... Disculpe pero... ¿Cómo conoce a Butsu? -Preguntó al hombre de cabello gris.
- Bueno... Pensaba en una presentación más formal... -Dijo un tanto apenado- Soy su padre -Hizo una ligera reverencia, sorprendiendo al Charlotte- Meiyo Hideyoshi, un placer.
- A-ah... Charlotte Katakuri -Respondió a su reverencia, dándole un apretón de manos- Si no es grosero preguntar... ¿Cómo es que usted no estaba con ella?
- Bueno, a veces un padre se tiene que sacrificar -Dijo mientras se encogía de hombros- Nos hicimos amigos de su madre adoptiva, llegamos al acuerdo de que si algo nos pasaba, ella la cuidaría, y se lo agradezco... También te agradezco que la hicieras feliz, hablaba maravillas de ti -Guardó silencio unos segundos, antes de animarse a decir otra cosa- ¿Cómo está ella? Mi esposa y yo no hemos podido verla.
- Ella está descansando, aún está delicada pero los doctores dan buen pronóstico -Pese a su tranquilidad, también se sentía un poco desanimado ¿Hablaba maravillas de él? No sentía merecerlo.
- Te ves cansado... -Miró al mayor presente, realmente lo estaba- Si necesitas ayuda puedes decirme, estaré en el ala médica -Dicho esto le hizo una seña de despedida con la mano antes de irse seguido por la pelimorada.
Se quedó allí unos momentos, pensando en lo que había dicho "Si necesitas ayuda puedes decirme", le parecía inesperado, tomando en cuenta que eran prácticamente unos desconocidos, además, más allá de ser el esposo de su hija ¿Qué razón tenía para tratarlo así? Si personalmente creía que era en parte su culpa, que sentía haberla dejado abandonada y que para colmo pudo haber perdido a su hijo con ese viaje y... Ya se sentía que iba a colapsar.
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Soy como tú (Katakuri X OC)
De Todo¿Dónde estuviste toda mi vida? Después de la tormenta viene la calma, o quizás... el amor.