Soy como tú (Katakuri X OC)

Un vistazo al pasado (Ginger 2/2)

Partiendo desde el final, otra vez.

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Se soltó de la hamaca, cayendo de cabeza, claro que logró detenerse antes de golpearse. Utilizando su aura para darse la vuelta y ponerse en pie, claro que no duró mucho ya que se acomodó en el suelo junto a su esposo.

- La historia se hace larga pero, a ver... -Miró hacía el cielo tratando de recordar, ese había sido un período bastante largo- Es raro pensar... Que no aprendí a defenderme realmente hasta que me hicieron tanto daño... Supe que no podría depender de mi hermana o ella de mí sin saber nada.

- Será mejor que empieces a contar la historia porque no todo es miel sobre hojuelas.

- Bien, bien, apenas me habían quitado las vendas...

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Finalmente se había recuperado, le tomó un largo tiempo curarse del todo, tiempo en el que tristemente había tenido que guardar reposo y no poder hacer muchas cosas, por lo que había aprovechado de conocer sus poderes, a pesar de haberlos conseguido a los ocho años, realmente nunca supo cómo usarlos, por lo que se tomó la molestia de aprender un poco de ellos utilizando almohadas, peluches y algunas piezas de ropa. En parte era divertido, aunque trataba de hacerlo a espaldas de su padre ¿Y cómo no? Si tristemente, le recordaba a su difunta esposa, por ende él trataba de evitar que ella siguiera sus pasos de pirata, aunque algo en ella, indicaba que ese sería su estilo de vida en un futuro.

El día indicado fueron en dirección al hospital, le iban a quitar los vendajes, aunque le seguiría un cierto proceso para volver a acostumbrarse a la luz, estaba lista para afrontarlo todo, después de casi morir siendo tan joven, no habría mucho que la asustara, por lo que, valientemente se dejó tratar por el doctor y la enfermera, quienes tuvieron cuidado cortando y quitando los vendajes, al revelar su rostro ahora sano, la enfermera sonrió un poco mientras el médico mantenía una expresión tranquila.

- Ha sanado bien, aunque te quedará cicatriz -Dijo, mientras la mujer le entregaba un espejo- ¿Qué tal tu visión?

-Me molesta la luz aunque... -Parpadeó un poco tratando de enfocar la vista, no podía- Se ve borroso.

- Ya veo... Permíteme hablar con tu padre, espera afuera.

Minutos, largos minutos de charla, o al menos así le pareció a las dos niñas, quienes permanecían calladas en la sala de espera. Finalmente después después de tanto esperar, salió su padre, tenía una expresión algo seria, un poco preocupada también, agradecieron al médico antes de marchar, a la mayor le tomaría una semana o dos volver a acostumbrarse a la luz, pero no era mucho de qué preocuparse, aunque algo que sí la preocupaba realmente, era lo que su padre y el doctor habían hablado ¿Era algo muy serio? Probablemente, sino, no habría explicación para el estado de ánimo de su progenitor.

Tristemente, las cosas para ella no se veían tan bien. Finalmente la hipersensibilidad de su ojo a la luz mejoró, pero verse la cara no le era muy grato, la cicatriz se veía grande en comparación a su rostro, ver la forma de aquel zarpazo cicatrizada en su piel le daba deseos de llorar, por toda la rabia que le había producido el haber estado tan cerca de perder la vida, he incluso, siendo un poco superficial, daría miedo no verse como las otras niñas, se vería muy aterradora con esa herida en el rostro. Pensaba en tal vez hablarlo un poco con su padre, pero por alguna razón, él se la pasaba encerrado, y Butsu se encontraba en las mismas, pasaba largos ratos en su habitación, saliendo solo si era necesario, o hablando con su padre a espaldas de ella ¿Cómo no saberlo? Los había descubierto un par de veces, pero no lograba escucharlos. Cosa que, la estresaba muchísimo.