MERRY CHRISTMAS

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En una noche tan especial como es el día de noche buena, tanto Yang Jeongin y Lee Minho se preguntan porque sus corazones sienten tanto pesar si hacen de todo por no recordar que han roto hace tan pocos días antes de navidad.

Sin embargo es una tortura el no poder ni hablarse. Cada día frente a una cámara. Cada día parado enfrente del otro con una sonrisa actuada. Aún así, ¿qué hay de bueno en un día como ese si ahora están totalmente solteros?

Era una pérdida de tiempo. Pensaban que eran el uno para el otro y que iban a pasar toda la vida con el contrario. Pero, ¿saben? Fue una mentira que los dos sabían que algún día iba a terminar por explotar.

Ambos se odian ahora.

Ambos no pueden verse. Sin embargo, y de esa manera, en dos cuartos distintos, no pueden evitar ver el techo y suspirar. Porque aunque se odien, algo en su corazón no deja de latir por el otro de manera que cada vez más deseen ir por esa sensación que aún no han olvidado completamente.

Pero no lo harán.

No serán el primero en pedir perdón.

Ni siquiera quieren hacerlo.

Cuando el otro ha sido el mayor error de su vida. Tan incompatibles.

Pero, ¿enserio podrían siquiera olvidar el porqué comenzaron a salir un veinticinco de diciembre del 2018?

Después de todo, el amor que habían tenido había comenzado como ahora. Odiándose y sin poder verse.

Pero como siempre, el mayor estaba al lado del menor y este último con el contrario, respectivamente. Porque al final de todo, su vida había cobrado color al tener al otro.

— ¡Agh! —exclamaron ambos al mismo tiempo en diferentes habitaciones, aventando el celular a un lado para poder estirarse y cubrir sus ojos. Tenían miedo de querer correr hacia alguien que parecía siempre buscar una razón para hacerlo actuar tan raro.

En hacer que sus acciones se vayan más allá de una simple actuación. Y es que el ser novios y el ser Ídols fue un caos. Un experimento que no volverían a repetir.

¿Cierto?

[...]

Ante ese pensamiento el menor solo optó por negar y tomar su celular. Era mejor si borraba su número, ¿cierto? Que idiota, nisiquiera alguien le iba a poder responder en una habitación tan grande como para tener a alguien más.

¡¿Por qué siquiera está intentando hablar con su cabeza, haciendo preguntas tontas?!

Era un niño. Era alguien que aún no pensaba madurar, pero así de infantil, Jeongin pensaba que era mejor tener su habitación propia que compartirla con alguien tan irracional como Lee Minho.

Mientras que este último en la oscuridad de su cuarto compartía dicho pensamiento con Yang, pensando que era mejor estar solo que tener a un niño malcriado concentrado en su celular sin siquiera prestarle atención.

Es lo que pensaron al mismo tiempo, y sin embargo a los segundos ya estaban saliendo de sus cuartos que estaban en frente del otro, deteniéndose de golpe en cuanto sus miradas se cruzaron con el otro.

¿Por qué estaban siempre sincronizados? Eso no era de Dios, eso era del demonio de las rupturas. Nadie quería que se divirtieran sin verse las caras, ¿cierto?

Jeongin: Lee.

Mencionó más que seco ante tales palabras recibiendo una mirada impenetrable de su mayor, antes de que este comience a caminar hacia adelante, antes de voltear dándole la espalda.

MINI HISTORIAS [Minjeong | Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora