MINI HISTORIAS [Minjeong | Terminada]

ALÉJATE DE MÍ

La primera vez que Yang Jeongin conoció a Lee Minho fue con una mirada en la entrada de aquella secundaria en Gimpo, luego de esperar a que el bus llegara por él.

Ese día fue el más grande de todos, porque ese día conoció a su primer amor, un chico de ojos gatunos y presencia inquebrantable, el cual se acercó a él porque no sabía dónde siquiera estaba parado, algo que causó gracia al menor.

Sin embargo, si ese encuentro le hubiese dicho a Jeongin que iba a ser el comienzo de la mejor historia de amor y la más dolorosa, que peduró al cabo de 10 años de sufrimiento esperando su regreso, tal vez no hubiese querido ser parte de ella.

Pero el destino es tan 'grandioso y generoso', que te junta con la persona más diferente a ti. A la que llegas a amar como si fuese el último ser en la tierra, aún si de eso depende que sufras de igual forma por ella o él cuando te traiciona y tu corazón se rompe en pedazos.

Cuando se va después de siete años de relación y tres de compromiso.

Y es así que la historia de Yang empieza.

Una historia en la que después de 10 años sin ver a su alma gemela, la persona que lo abandonó dejando su anillo en medio de la cama sin decir nada, tiene que empezar de nuevo. Aunque Jeongin no se arrepiente de no volverla a ver.

Porque si Minho se fue sin decir nada.

¿Por qué correr el riesgo de extrañarlo?

Pero aún si piensa eso, después de todo, parece ser que se ha enamorado de la persona incorrecta, porque hasta el día de hoy, tiene que aceptar que si ha vivido extrañándolo y muriendo por saber porqué... porqué lo dejó en el mejor momento de sus vidas, a pocos meses de su casamiento.

En el momento en que una sonrisa suya lo hacía creer que no habría final para ambos.

¿Qué le faltó? ¿Por qué tuvo que irse?

¿Algún día se lo dirá?

Es lo que piensa, y es ahí cuando en medio de su llegada al trabajo, vestido con un atuendo blanco y un estetoscopio alrededor en su cuello, después mil años buscándolo, ve frente a sus ojos, parado en la puerta de emergencias, sin poder creerlo, a la persona que más lo dañó. Está ahí el amor de su vida y la tristeza de sus días.

Su primer amor.

Y su primer desamor.

x: ¿Joven Lee, cierto? Que agradable es verlo, que bueno que llega temprano para su cita con la señorita Hwang -menciona una enfermera, sin verlo aún llegar por detrás suyo- ¿quiere que lo lleve a oncología? Estamos felices de que elija este hospital para que siga su tratamiento después de su traslado. Su médico en España ya se ha comunicado con nosotros. Tenemos ya sus documentos en orden para empezar.

¿Oncología?

¿Qué siquiera es lo que está diciendo?

Se pregunta Yang mientras no evita dar un paso hacia ellos.

Debe haber un error.

Es ahí cuando ante su sorpresa, antes de hablar a la enfermera, Minho voltea a ver a quien lo mira fijamente cuando escucha algunos pasos detrás suyo. Es ahí cuando sus ojos se conectan por primera vez, en cuanto el arrepentimiento vuelve a sus corazones antes de que el mayor quiera escapar.

Sin embargo, ¿es capaz de hacerlo?

Enfermera: ¡Joven Lee, vuelva! No puede correr, le hará mal ¡Joven Le- oh, doctor Yang, ¿Doctor Yang? ¡¿Dónde rayos cree que va!?

[...]

Tantos recuerdos, tantas heridas.

Ante cada rastro de aire que va perdiendo, Minho no puede evitar recordar el día en que dejó a Yang y lo único que viene a su cabeza, son todas esas horas en las que pasaban besándose y haciendo del cuerpo del otro un desastre. Todo es tan borroso, pero tan especial. Todo siempre fue de esa forma cerca de Jeongin.