- Capitulo 3 - Stella

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Me quede helada cuando Aarón termino de contarme sobre los sombras, no podía creer que el futuro de cuatro este bajo mi mano, dominando todo realmente era algo irracional para mi, además apenas y me enteraba ¿Qué hubiera pasado si Aarón no se hubiera acercado y ese tal Jared si?, ese chico pudiera haberme puesto una trampa y yo hubiera caído al no saber de su existencia, mire a Aarón el esteba terminando lo que quedaba de su café con leche, mientras miraba pensativo hacia la ventana, la noche había caído sin yo haberme dado cuenta de eso era increíble, como pueden pasar las coasas realmente. Me volví a fijar en Aarón cualquiera a simple vista puede darse cuenta, de que es realmente atractivo, su piel un poco bronceada, fuerte y alto, su cabello negro como el petróleo se veía que era suave y daba ganas de acariciar, sus ojos negros era como un poso al que cualquiera estaría dispuesto a caer, sus labias en forma de corazón rosados y un poco grueso podía ser tentación para cualquiera y eso me volvía loca hasta a mi, su porte y seguridad era admirables es como sino tuviera miedo de lo que puede pasar, no se podía decir lo mismo de mi. Quite la mirada de el antes que se diera cuenta de que lo observaba sin reparo alguno.

- Te vez linda, cuando te sonrojas Jess – me sobresalte antes sus palabras y lo mire – Se que me estabas viendo, ¿Qué pasa? Hay algo que me quieras decir pero no te atreves – dice mirándome directo a los ojos.

- No – dije rápidamente – Es que….Bueno no se sinceramente – dije restándole importancia – A veces me gusta mirar a las personas con el fin de entenderlas o por lo menos descifrarla – dije.

- Entiendo – dice asintiendo variadas veces – Y me entendiste o algo – Curiosidad se puede decir que le define en este instante.

- No – Una sonrisa ladeada apareció en mi rostro mientras lo miraba – Eres un libro cerrado Aarón de esos que todo el mundo quiere leer para descubrir sus secretos pero imposible de abrir – dije – Guardado bajo llaves y cerraduras sus secretos se pueden encontrar pero solo el dueño puede dejar que lo abran, dejando la tarea imposible sino llegas hasta el y el deje que llegues – El sonrió como si tuviera en desacuerdo con la respuesta.

- O simplemente ese dueño tiene que darse cuenta de las cosas que hay al su alrededor, darse cuenta que no todo se lo puede guardar y que alguien tiene que compartir su sabiduría, porque ¿Qué pasa si el muere? Puede llevarse todos sus secretos hasta la tumba y nadie se podrá salvar si sus secretos eran la salvación – dice sonriendo.

- También existe lo que se llama intimidad, personas creen que lo mejor es tener algo escondido porque no todo tiene que salir al aire hay que ser precavidos porque ¿Y que si a quien se lo dice es a la persona equivocada? No solo abra una muerte con cada secreto sino puede haber destrucción y las personas inocentes o no tantos sufrirán consecuencias por ese secreto que debió tener escondido – dije.

- Una gran verdad Jess – dice sonriendo como si estuviese orgulloso de la respuesta que di – No podemos dar nuestros secretos a cualquier persona porque puede ser no la indicada para saberlos llevándonos a nuestra propia destrucción – dice asintiendo – De verdad me impresiona tu inteligencia – dice.

- ¿Qué puedo decir? – pregunte sonriendo – Son 56 años que tengo en este mundo, escondiéndome, sola y observando desde la oscuridad, viendo como personas se destruyen entre ellas creyendo que un código de números para una caja fuerte llena de dinero es mucho cuando hay personas con peores casos, pero bueno que puedo hacer yo ¿eh? – dije.

- Cierto que puede hacer una niña como tu – se burló.

- Puedo hacer muchas cosas sabes – dije cruzándome de brazos mientras hacia un puchero infantil.

- O claro, como digas señorita ‘’Puedo hacer muchas cosas’’ – dijo imitando mi voz, que por cierto le salió horrible.

- Eres malo – dije ‘’indignada’’.

Soy DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora