one-shots traducidos de Alldazai

Forzando cerraduras"chuudaz"

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Trauma: Contusión o lesión que resulta de una acción violenta, provocada por un agente externo. Experiencia emocional intensamente desagradable.

Dazai evita a todos los posibles profesionales de la salud por miedo, Chuuya tiene una idea.

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Avisos:
- Las personalidades de los personajes pueden alejarse un poco de Canon.
- Usan palabras seguras, escala de dolor y "verde, rojo, amarillo" para mantener una mayor seguridad.
En poco tiempo, la anestesia le quitó la capacidad de consentimiento a Osamu. En realidad, fue un procedimiento médico que Chuuya hizo para la herida.
- Debo explicar que Chuuya usó, de manera lúdica y placentera, BDSM para lidiar con el miedo a Dazai. En ningún momento se sintió realmente incómodo o ansioso.
- El sexo constituye el 1% de la narrativa, ya que está muy centrado en el problema médico en sí.

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Cuando Chuuya descubrió que Dazai se había saltado otra cita con el médico, solo para acostarse, mirando al techo y tal vez adivinando cuántos pies cuadrados tenía, pero sin esforzarse realmente para la tarea, dejó su cómodo lugar en la oficina de Ane-san. . , donde bebió un té de hibisco y se dirigió a su habitación.

Teóricamente, solo personas autorizadas y otros funcionarios podían ingresar a ese piso, pero las visitas de Chuuya a la habitación del niño eran constantes, siempre lo habían sido, y la rabia que se apoderaba de su cuerpo impedía que nadie hiciera preguntas.

La vidriera rosa y algo anárquica sombreaba su rostro, dándole un aire diferente a su cabello, y sus ropas crujían con su rudo andar. Se acercaba la noche y el sol se ponía tan majestuoso como siempre. Pero obviamente el manejador de la gravedad no se dio cuenta de eso, todo su cuerpo estaba llamando a Dazai. La rabia, que siempre había sido una buena respuesta a la preocupación, ya se había apoderado de sus sentidos mientras caminaba por el costoso y ornamentado pasillo, un lujo mientras otros morían de hambre. Si Chuuya tuviera un segundo más, se preguntaría qué le pasaba a Mori.

La puerta del dormitorio de Osamu se abrió de una manera que solo él podía. Y el bastardo ni siquiera lo miró, Dazai seguía acostado en la cama, como si la explosión de Tainted Sorrow fuera solo un pequeño mosquito, y la violenta interrupción de Chuuya un inconveniente que no merecía su atención. Esto fue suficiente para cuadrar la ira del portador de arahabaki, obviamente. Pero no solo eso, el dormitorio, impersonal, como si nunca hubiera nadie allí, que no tenía más que una cama individual, un escritorio y un armario, siempre estaba organizado con impecable precisión, pero ahora olía a alcohol y detergente. Era un olor demasiado fuerte para ignorarlo. Y lo único que delató fue que había alguien allí.

Osamu, al contrario de lo que pensaba Chuuya, no contaba los metros del techo, estaba escuchando música. Una melodía agresiva y poco amable, por lo que podía escuchar a través de los auriculares. Sólo cuando terminó la canción, después de dos largos minutos, miró a su colega.

- Chibi-chan, ¿a qué le debo el honor?

- ¿No te olvidas de nada, Dazai? - Preguntó. El chico, el hombre, pensó por un momento, antes de lucir desesperado de repente y ponerse de pie de un salto.

- ¡Olvidé los juguetes de Elise-chan! ¡Y del informe de Mori!

- ¿Sólo eso? ¿Nada más? - risa Chuuya Ya apoyado contra la pared mientras su sombrero le caía un poco en la cara, y vio al niño correr desesperado tras cualquiera de los documentos en la pila prolijamente ordenada que encontró un hogar en un cajón.

- ¿No porque? - pregunta el prodigio, genuinamente interesado y lo mira a los ojos por un segundo, pegado al escritorio de madera oscura, su cabello ya desordenado y un poco seco por el aire frío. Los ojos de Dazai siempre habían sido de un marrón intenso, algo que recordaba la madera de un violín.