one-shots traducidos de Alldazai

Incompatible en (casi) todos los sentidos"ChuuDaz"

https://archiveofourown.org/works/35580694

Chuuya se encuentra con Dazai y descubre que el hombre está ... ¿comprometido para casarse?

Advertencias:
- insultos
- contenido sexual explícito (comienza aproximadamente a la mitad)

Chuuya solo había querido tomar una copa.

Ha sido un largo día de perseguir a algunos criminales desagradables que no cumplieron su parte del trato con Port Mafia. Normalmente Mori dejaría este tipo de situaciones para los miembros de menor rango, pero en este caso era necesario hacer un punto. No puede permitir que la gente de Yokohama piense que la mafia está empezando a ablandarse. No hace falta decir que las manos de Chuuya se sienten bastante sucias en este momento mientras su conductor lo lleva de regreso al cuartel general. No es una sensación que le guste o no le guste en particular, pero se siente inquieto cuando ve los escaparates de las tiendas parpadear más allá de la ventana. Desliza un dedo enguantado debajo de su gargantilla en un intento de sentir un poco de alivio temporal. No es bueno.

"Deténgase", le dice a un altavoz en la consola central, presionando el botón hacia abajo antes de comenzar a hablar.

"¿Señor?" oye la voz confusa del conductor a través del altavoz un segundo después.

"Mori puede esperar un poco más por el informe", responde con brusquedad, moviendo la cabeza para ajustar los mechones de cabello naranja fuego. "Necesito un maldito trago".

No llega ninguna respuesta, pero siente que el automóvil comienza a desacelerar, su cuerpo se desplaza ligeramente hacia adelante por inercia. Cuando se detienen, salta sin decir una palabra más. Sabe que el conductor seguirá estando ahí para él cuando regrese. Chuuya echa un vistazo a su alrededor para orientarse. El sol brilla hoy y está contento de tener su sombrero negro habitual para protegerse los ojos de la luz solar directa. Está en una calle de la ciudad bastante importante, con muchas tiendas y restaurantes a lo largo del camino. Aunque tiene opciones, no es quisquilloso en este momento. Camina una corta distancia por la acera, su abrigo negro se agita detrás de él mientras camina, y se desliza dentro del primer lugar que parece tener una barra, sin siquiera molestarse en leer el nombre completo.

Chuuya entra en un establecimiento con poca luz con una barra de bar en un lado y algunas mesas en el otro. El lugar no es realmente elegante ni vulgar, parece bastante neutral en los libros de Chuuya. Suficientemente bueno. Las mesas y los mostradores están hechos de madera pulida que combina con las tablas del piso oscuro, algunas pinturas escénicas cuelgan de las paredes y el lugar está iluminado por algunas luces de maceta con un candelabro de hierro forjado en el centro. Hay algunas personas en las mesas, pero nadie en la barra del bar.

No pierde tiempo en dirigirse al mostrador y pedir una copa de vino tinto. Observa con anticipación cómo el camarero vierte el líquido carmesí profundo en un vaso elegante. Tomando el vaso, bebe profundamente del vaso y deja escapar un profundo suspiro cuando sale de sus labios. La inquietud ya comienza a suavizarse. Las dolencias que podían remediarse con una simple copa de vino siempre han fascinado y reconfortado a Chuuya. Sintiéndose más contento, sus ojos le dan un poco más de atención al diseño del establecimiento, inclinando su sombrero hacia arriba fuera de su visión. Y ahí es cuando lo ve. Como si este día no hubiera sido ya lo suficientemente irritante.

Dazai.

Su codo está apoyado en la mesa para permitir que su cabeza descanse casualmente sobre la pequeña cantidad de vendaje que se encuentra en su palma. Y tiene una sonrisa estúpida en su rostro. Al otro lado de la mesa, se sienta una mujer que Chuuya nunca había visto antes. Ella tiene el cabello largo y moreno recogido en una coleta alta con flequillo limpio. La cola de caballo está atada con un lazo negro y ella usa un simple vestido negro a juego que abraza su cuerpo en todos los lugares correctos. Ha pasado mucho tiempo desde que Chuuya vio a Dazai, y aunque no le gusta admitirlo, verlo de la nada lo desconcierta un poco. Tal vez sea por el día que ha tenido, o tal vez haya otra razón, pero hay una sensación de malestar creciendo dentro de él que está tratando de evitar reconocer. El consuelo fugaz que trajo el vino casi se ha secado. Parte de él quiere irse pero otra parte de él quiere sentirse mejor dándole a Dazai un poco de su propia medicina. El bastardo traidor. Solo ha tomado unos sorbos de su vino, por lo que elige hacer lo último. Agarrando el vaso, se dirige a la mesa. Cuando se acerca, capta parte de su conversación.