one-shots traducidos de Alldazai

debo confesar que soy adicto a esto "Akudaz"

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El sexo nunca había sido algo que le importara a Dazai. No lo odiaba, pero nunca fue lo suficientemente atractivo como para molestarse en lidiar con él. Había demasiadas molestias involucradas y, francamente, era más fácil salirse con la suya que encontrar a alguien dispuesto a follar con el Prodigio del Demonio .

Y, por supuesto, estaba el pequeño detalle de que nadie sabía que Dazai no era una niña.

No podía culparlos. Nunca lo admitió en voz alta a nadie excepto a sí mismo. Demonios, incluso el médico de la mafia que le dio testosterona nunca preguntó por qué la quería. Tal vez lo sabían, tal vez no. Dazai no vio ninguna razón para decirles de cualquier manera. Su género era asunto suyo, y simplemente no quería a otros en su asunto.

La combinación de apatía total hacia el sexo y no querer ser malinterpretado mientras se la follan llevó a Dazai a nunca buscar ningún tipo de relación sexual. Realmente no podría importarle menos. No vio ninguna razón por la que ser follado por otra persona fuera mejor que follarse a sí mismo con un consolador. Era el mismo resultado, después de todo. La llamada "intimidad" del sexo parecía poco atractiva para Dazai, y se sentía disgustado ante la idea de dejar que alguien lo tocara con una pizca de afecto. No quería ser tocado por otros excepto de una manera puramente carnal. No entendía por qué era tan difícil para la gente entender eso.

El problema solo surgió después de que Dazai comenzara la TRH. Antes de la transición, rara vez se masturbaba, y mucho menos pensaba en sexo o incluso se sentía excitado. Luego, comenzó con la testosterona y, joder, no estaba preparado. De repente entendió mucho más a otros adolescentes o, para ser franco, entendió por qué los adolescentes parecían tan jodidamente cachondos.

Dazai todavía no tenía ningún deseo de encontrar una pareja sexual, pero se encontró aprovechándose de cada oportunidad que tenía. Sus dedos volaban sobre su pene hinchado varias veces al día, desesperado por correrse incluso si solo habían pasado unas pocas horas desde su último orgasmo. Pensaba en sexo constantemente . Incluso estaba empezando a afectar su trabajo o, más específicamente, estaba empezando a afectar sus sesiones de entrenamiento con Akutagawa.

Todo parecía normal al principio. Dazai continuaba con su entrenamiento, como de costumbre, sintiéndose aliviado de que finalmente estaba viendo el progreso de su subordinado. Entendió que el entrenamiento era brutal, pero le había advertido al joven antes de reclutarlo. Akutagawa sabía en lo que se estaba metiendo cuando aceptó la oferta de Dazai.

Solo comenzó a notar una diferencia unas pocas semanas después de comenzar con las hormonas. Akutagawa continuaba mostrando mejoras, pero con las mejoras llegaron castigos más severos. Dazai sabía que el chico era más fuerte de lo que se suponía y que haría cualquier cosa para asegurarse de alcanzar su máximo potencial. Un mejor comportamiento significaba que Dazai necesitaba mejorar su entrenamiento, lo que significaba que Akutagawa volvería a sentir más dolor.

Fue durante este entrenamiento que Dazai sintió que un interruptor se apagaba en su cabeza. Akutagawa se había derrumbado en el suelo, escupiendo bilis estomacal y sangre sobre el cemento. Se limpió la boca con el dorso de la mano y se puso de pie. Sus ojos brillaban con una nueva determinación y Dazai no pudo evitar que una sonrisa se extendiera por su rostro.

"¿Listo para la segunda ronda?" Dazai se burló mientras se apoyaba en una de las muchas cajas apiladas en el almacén, "¿O ya has terminado?"

"No he terminado", Akutagawa escupió sangre de su boca, haciendo una mueca mientras miraba a Dazai, "Puedo continuar, señor".