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Rebecca

<<Maratón 1/3>>

No sé cuanto tiempo estuve dormida, pero si Mel no hubiese llegado estoy segura de que me hubiera perdido la fiesta.

-Este atuendo te queda estupendo, ahora nadie podrá burlarse ni decir nada malo.

Mel había llegado hace más o menos una hora con un vestido y una maleta llena de maquillaje y joyas.

Me terminó de dar los últimos detalles del maquillaje y me miró orgullosa- Te ves divina- Me tomó de la mano y me llevó al frente del espejo.

Me miré de arriba hacia abajo y no podía creerlo, parezco prostituta medieval, me encanta. El vestido es de un color como crema grisáceo, llevo el mismo peinado de cuando vine (el cabello envuelto), una diadema de diamantes, unos aretes de aro y unas zapatillas color crema, el maquillaje fue bastante sencillo pero con un intenso labial marrón.

-Gracias, Mel, realmente lo agradezco, ¿Estarás en la fiesta?.

-Por supuesto, cómo podría perdérmela- Me sonrió- Nos vemos ahí.

Dicho esto se fue y unos minutos después me avisaron para que bajara ya que la fiesta ya había empezado.

Estoy nerviosa, es la primera vez que hago acto de presencia en una multitud tan grande y claro, que no sean estudiantes o personas ordinarias. En los torneos, en las competencias y en las conferencias que asistía habían muchas personas pero solo me interesaba yo, ahora no solo intereso yo y además son personas de alto nivel, añadiendo que debo dar una buena impresión para que la reina me de la piedra corazón.

Cuando llegué el guardián anunció mi llegada y las enormes puertas del salón se abrieron; Todos estaban mirándome, unos con asombro y otros con horror, ¿Qué carajos le sucede a esta gente?, aunque también me asusté, pensé que se me había salido un seno del vestido ya que prácticamente la fina tela me tapa muy poco y a los lados en las piernas está abierto hasta arriba, este vestido es un puño de nervios.

Camine hacia la reina y ella me sonrió.

-Hola, princesa, ya estaba pensando que no vendría.

-Lo lamento, me dormí ya que estaba cansada y el tiempo corrió más rápido de lo que pensé.

-No te preocupes, por cierto, debo señalar que estas preciosa, me atrevo a decir que hasta más que yo- Confiesa riendo.

-Bueno, se lo debo a una de sus criadas, ella me ayudó bastante.

Algo me estaba comenzando a incomodar y era la mirada de disgusto de la gente y los susurros, y justo cuando iba a averiguarlo la reina interfirió.

-Princesa, quería dejar esto pasar pero ya que lo ha hecho ante tal público no puedo dejarlo pasar.

-No entiendo a que se refiere, Majestad.

-Bueno, comencemos por el hecho de que no te inclinas aún sabiendo que tu estatus es más bajo- La reina estaba siendo amable y tranquila pero ya veo que todo fue una farsa- Segundo, ese vestido que llevas puesto es un tesoro del reino, no logro comprender como es que lo llevas puesto.

Verdades Ocultas {Lazos de sangre 2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora