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Rebecca

<Recuerdos de Natalia>.

—Siento que te conozco... ¿Pero de donde?— Natalia interrogó con cierto nerviosismo a la pelirroja parada frente a ella.

—Lamento no haber venido antes, pasaron muchas cosas— La pelirroja le respondió algo apenada— Soy yo... Rahel.

Natalia la miró de arriba abajo, caminó despacio hacia ella y al ver el brazalete en su muñeca, cayó de rodillas frente a ella. Llevó sus manos hacia su boca y las lágrimas no paraban de fluir.

—¿Por qué te fuiste así? ¿Por qué no volviste?, Luego de tantos años aparecer con otro rostro, otro cuerpo, otra esencia ¿y te comportas como si no fuera nada?— golpeó el pecho de Rahel quién se había tumbado frente a ella— Te esperé...

Rahel la abrazó y Natalia lloró desconsoladamente en sus brazos.

—Lamento no haber vuelto, realmente lo siento— Dijo la pelirroja acariciando el largo cabello rubio de la contraria.

—Pensé que te había sucedido algo, me asusté bastante, realmente consideré cruzar hacia tu mundo.

—Natalia, escúchame— Tomó el rostro de la contraria haciendo que la mirara fijamente— Vine porque tengo tres cosas que decirte.

La rubia se sorprendió, sus llantos menguaron y en todo su rostro se podía notar la confusión.

—Mi nombre ya no es Rahel... me llamo Tamara— Le confesó — Esta será la última vez que vuelvas a ver mi rostro y... te pido perdón anticipadamente.

Besó su frente y se levantó, abrió la puerta y salió dejando a una rubia tiraba en el suelo realmente confundida. Natalia tomó algunos segundos para procesar lo que había sucedido, pero al hacerlo, se levantó corriendo en busca de la contraria.

—¡RAHEEEEEL!.

Gritó con todas sus fuerzas en el pasillo, provocando que todos voltearan sorprendidos y la pelirroja detuviera su andar.

—¡¿Qué se supone que significa esto? ¿"Mi nombre es Tamara, nunca volverás a verme y lo siento"? ¿Realmente te has vuelto loca?!— Caminó furiosa hacia ella— ¡¿Qué te hace pensar que tienes el derecho de desaparecer de mi vida luego de haberme vuelto adicta a ti?!— Al llegar a ella sostuvo su brazo y la giró. La pelirroja mantenía la mirada al suelo— ¡MÍRAME!— Desesperada le gritó, pero creo que tal vez durante toda su vida se arrepintió de haber hecho eso, ya que cuando Rahel levantó la mirada y la vió directo a los ojos, el brillo que la rubia disfrutaba ver en ellos ya no estaba, la miró como si fuera una cosa más... fue como si su alma hubiese abandonado su cuerpo. Soltó lentamente su brazo, sus manos temblaban y con lágrimas en sus ojos retrocedió.

—Realmente lo siento.

Fue lo último que la pelirroja le dijo antes de desaparecer por completo de su vida.

<Fin de los recuerdos>.

Solté despacio su mano volviendo a la realidad.

Verdades Ocultas {Lazos de sangre 2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora