Verdades Ocultas {Lazos de sangre 2}

19

Rebecca

—¿Qué tal quedamos?.

Miré a Uriel quien aún no se creía todo esto, al ver su resultado final, casi muere de la emoción.

—¡Jesucristo, se ven geniales! Demasiado irreal— Daisy se levantó rápidamente hacia nosotros y nos rodeó dando saltitos de la emoción— Dios mio, ¿Estoy despierta? Esto es increíble— Tomó nuestras manos agitandonos.

Ambos nos reímos ante la notable felicidad de la pelinegra.

—Creo que deberíamos irnos ya, si tenemos suerte podemos llegar a tiempo.

Cleo tomó una maleta y dos bolsos.

—¿Llegar a tiempo? ¿No usarán un portal?—James le preguntó.

—Lamentablemente esta vez no podemos hacer eso, estos chicos están con una familia muy influyente, podemos acaparar miradas mal intencionadas y generar disturbios.

—Pero-

—También considero que es lo mejor— Le interrumpí— En marcha.

Nos despedimos y junto a Mara, Isaac y Cleo, partimos al aeropuerto.

—Uriel, necesito que me prestes atención por un momento.

Él me miró expectante.

—Soy tu hermana, pero también soy tu futura reina, y por ende sabes que debes respetarme y obedecerme ¿correcto?.

—Si... ¿a qué quieres llegar?— Preguntó confundido.

Suspire y giré mi vista hacia la ventana contemplando la vista por unos segundos.

—La razón por la cual planeaba venir sola es porque esta familia es realmente poderosa; Poseen poder político y militar, añadiendo que también tienen a su disposición a dos brujos potencialmente poderosos.
Harry y Valeria poseen un gran poder, por separado son excepcionales, juntos son imparables, por ende, si algo sale mal no puedo permitir que ustedes salgan lastimados. Teniendo esto en mente, Uriel— Tomé sus manos para acaparar toda su atención— Si te digo "vete", te vas, no mires atrás, simplemente sales corriendo, ¿entendido?.

—¿Y dejarte atrás? ¡No!, ¿Qué clase de plan suicida es este?.

—No es un plan suicida, es precaución, si algo sale mal tu puedes salir gravemente herido y escapar contigo en condiciones deplorables sería fallar por completo, ese sí es un plan suicida. Sé que suena absurdo, pero te prometo que estaré bien ¿ok?, así que hazme caso— Le sonreí para tranquilizarlo.

Él comprendió, pero no se veía del todo convencido.

Al llegar al aeropuerto nos subimos en el avión y unos 10 minutos más tardes ya estábamos despegando.

—Princesa, le traje su malteada.

Mara entró al área en la que estaba, y para aclarar, el avión tiene 3 áreas privadas, un área en común y una cocina, todo es relativamente pequeño, pero al menos hay privacidad y suficiente espacio.

—Ponlo por ahí, aún no han empezado los problemas y ya estoy exhausta— Me tiré en un sofá que está junto a la ventana.