Capítulo 1: La práctica no es tan fácil como parece.

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- ¿Glenna Snider? -llamó el profesor- ¡Glenna Snider! -repitió en un tono elevado de voz, reaccioné alarmada y me puse de pie.

- Presente, señor profesor -en realidad estaba muerta de miedo, hoy era el día.

- Venga a firmar acá -ok, he hecho el ridículo, algunos se rieron en voz baja-, apúrese, por favor.

No firmé sin antes echar una ojeada rápida al documento, varios compañeros fueron llamados para firmar también, sólo que ellos llegaron y firmaron sin leer. Resumiré el contenido del documento en:

"Al firmar acepto entrar en la práctica de enfermería cuidando de un enfermo de un hospital cuyo nombre no me interesa, el punto es que cuidaré a un viejito seguramente y si renuncio o el paciente no presenta mejoras, no obtengo mi título".

Era riesgoso, pero fácil al mismo tiempo. Firmé. ¿Qué tan difícil sería cuidar de un enfermo? Ni que le fuera a recetar yo los remedios o qué se yo.

- Tome asiento, en un momento la vendrán a buscar.

Un hospital de Los Ángeles, nada fuera de lo normal. No voy a hacer operaciones, no me preocupo de nada.

Llegó un sujeto que iba llamando uno por uno a mis compañeros, al mencionarme, de inmediato reaccioné. Éramos un grupo entero al que nos dieron la misma advertencia:

- Hoy visitarán un hospital a las 17 h, ahí mismo estaré yo para dirigirlos con su paciente. ¿Ahora? Ustedes sabrán el nombre de su paciente mediante un "sorteo". ¿Ven esa caja de allá? -señaló la caja que estaba sobre una mesa con una ranura en la parte superior, varios asentimos, otros no hicieron ninguna expresión- Cada uno saque un papel con el nombre de un paciente, al llegar al hospital, ustedes consultarán por el indicado y ahí los redireccionarán con éste, van a conocer varios antecedentes, entre otras cosas.

No estaba apurada por nada, saqué con calma uno de los últimos papeles que quedaban dentro de la caja. La letra estaba escrita a pulso, una caligrafía no muy legible. Como nombre pude diferir:

"Lars Ulrich", vaya, un extranjero al parecer.

Durante toda la semana habíamos estado en las clases discutiendo el tema de la práctica universitaria, era el tópico más importante para nosotros. Cuidar de un enfermo en un plazo de seis meses, dándole todos los cuidados y "mimos" para que el sujeto se sienta cómodo psicológicamente, de tal manera que vaya progresando en la curación de su enfermedad. Sí, es algo simple si lo pensamos de forma... objetiva, ¿no es así? Al menos eso entra dentro de mi opinión personal, por tanto, la objetividad desaparece.

Si tan fácil supuestamente que es, ahora me he de cuestionar, ¿por qué me pongo a temblar? ¿Por qué de la nada me apodera el pánico? Oh, claro, hay un pequeño detalle que rompe todo lo anterior: si fallo, adiós título universitario y mis muchos años aquí en la universidad han valido mierda. He entrado en el temor, no suelo hacerlo a menos que sea una situación que merite de eso... ahora y los próximos seis meses lo son.

- Señorita Snider -me levanté del asiento de la sala de espera. Las horas transcurrieron como segundos, ya era el momento. Me dirigí hacia el antiguo sujeto-, ¿qué paciente le tocó?

- Lars Ulrich, señor -respondí, insegura si es que haya pronunciado mal el nombre, el hombre buscó entre el papelerío de un escritorio el expediente de mi paciente designado más un sobre.

- Tome, le aconsejo que primero lea el expediente de este sujeto... Al parecer, le ha salido la lotería, o tal vez no... -soltó una leve risa, le miré extrañada- Es muy conocido aquí por ser el paciente más extraño, nadie sabe perfectamente qué es lo que le pasa. Tiene actitudes muy raras, le aconsejo que mantenga la calma. Espero que lleve bien este caso, ya que miles de estudiantes lo han examinado y reprueban al no saber qué hacer, es algo así como... "la pesadilla" de aquí. Al menos unos diez años lleva interno en este hospital y ha hecho a sufrir a toda persona que lo ha cuidado, siempre están cambiándole de enfermera y doctor, reitero: conserve la calma -tragué saliva con nerviosismo, lo último que podría hacer tras esa declaración sería relajarme-. Dentro del sobre está la lista de cuidados que especificó la familia para tratar al paciente, más algunas órdenes establecidas por el establecimiento para evitar daños a él o a tu persona -hice un gran intento para respirar con normalidad, me costaba mucho-. Ahora, espere a que la llamen para que visite por primera vez a su paciente por un lapso de cinco minutos a modo de prueba, el día lunes empezará su práctica. En el sobre está descrito el horario a seguir, que tenga un buen día.

Químicamente Peligroso y Enamorado (METALLICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora