Capítulo 18: Buenas y terribles noticias.

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Ni crean que desde esa noche Lars y yo hemos estado dándonos besitos como si no hubiera mañana. Me encantaría pero la situación no se puede dar, más allá de que a mi me dé problemas, él no está acostumbrado a estas cosas y es demasiado tímido, necesita todavía acostumbrarse al entorno social, no quiero que desarrolle una conducta de dependencia hacia mi.

Como máximo nos decimos un "te quiero", mucha privacidad no tenemos puesto que ya no vive sólo y siempre lo tienen vigilado, no de forma agresiva como antes, sino, más bien, para ayudarle de manera comprensible.

Yo ya no miraba el pasillo de psicología como un lugar oscuro, el cambio en el ambiente fue tremendo. Ahora era un lugar precioso, en dónde la luz del día se manifestaba de forma espléndida, siempre podías ver a los demás con una pronunciada sonrisa en su rostro. Todos eran felices ayudándose entre todos, era perfecto para Lars, para que mejorara. Para cumplir su sueño de ser una persona normal.

El día de hoy me vinieron a supervisar desde la universidad para ver mi gran avance y mis "técnicas" para cuidar de Lars. Para la evaluación, volvieron a juntarnos en aquella desolada habitación que fue clausurada hace un mes.

En dónde un sujeto tomó asiento en una esquina de la habitación para tomar apuntes de cada movimiento que Lars y yo hagamos, que cada acción cuenta o descuenta puntos en mis resultados.

Los nervios y la ansiedad me mataban. Actuar como si nada hubiera pasado, nada de miradas llenas de ternura, nada de abrazos, ni ninguna muestra de afecto. Ser objetiva, él es sólo me paciente, sólo debo cuidarlo. No debo tener compasión ni verme demasiado cariñosa. Vale, quisiera decir que resultó fácil y para nada.

Fue la hora y media más eterna, más dura y estresante de mi vida entera.

Pasó una semana y mi práctica universitaria terminó. Yo logré aprobar y obtendré dentro de poco mi título universitario, mi "graduación" será en pocos días. Sin embargo, no por eso dejaré de lado a Lars, ya no es más mi paciente, ahora sólo soy una chica que va a visitarlo. Me han quitado el derecho de cuidarlo, de todas formas, me conformo porque sé que está en buenas manos, mejorando día a día, dando un paso más en dirección al éxito.

Aunque... Lars sabe una cosa que yo también sé: escapar es fácil. Recostarse en el pasto del parque por las noches se nos ha hecho usual. Algo debo confesar, aunque tengamos la costumbre de escapar por las noches para ir al parque, recostarnos sobre el pasto y ver el pasto... que tenemos tiempo para hacer cualquier cosa... Ah, ¿cómo lo digo? Sólo nos hemos besado dos veces, miento. Una. La primera fue un "accidente", uno muy bonito, por cierto.

La timidez de nosotros aveces nos supera. Bueno, es que tampoco somos novios ni tampoco estamos saliendo, no sabría para nada describir el tipo de relación que tenemos. Es algo extraño.

Hoy fui a visitarlo de día. Hubo un pequeño inconveniente, él no se mostraba tan contento como solía ponerse cada vez que me veía, estaba bajoneado, me dijo que le habían dado malas noticias, muy malas.

Le pregunté qué cosa tan terrible podía ser, que si yo le podía ayudar... y no, no había solución más que conversar con sus padres. ¿Por qué? Ellos quieren llevar a Lars de vuelta a Dinamarca para que se mantenga con un psiquiatra de por vida, mientras él rehace su vida en su país natal para mantenerse alejado de las personas que le han hecho sufrir aquí.

La decisión estaba lista, no había vuelta atrás. Aún quedaban tres semanas en las cuales Lars se mantendría aquí, debía aprovechar.

Obviamente, yo le rogué de todas las formas a sus padres para que no lo separen de mi todavía, que aún no estaba listo para ser una persona independiente.

Según tengo entendido, hubo un trato de que ellos mantendrían a Lars pero no vivirían juntos, que él debía conseguir un empleo o completar sus estudios. Porque este chico no aceptaba de ninguna manera vivir con ellos, no deseaba verle las caras nunca más, le parecía buena idea que ellos al menos se preocupen de darle de dinero y de pagarle un psiquiatra que lo guíe por el buen camino, a su vez que él se las arregla salir adelante en una vida normal.

Me dolía saber que ahora nuestro romance tenía fecha de caducidad. Reitero: no hay forma de evitar aquel futuro, tampoco puedo yo viajar para quedarme a su lado en un país en donde no comprendo para nada la lengua natal.

Estoy abatida.

Espero que sus padres se arrepientan, por favor.

Químicamente Peligroso y Enamorado (METALLICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora