Hoy era el día designado para comenzar la verdadera práctica, tenía miedo. Tanto que llamé a Marion para que nos juntáramos en una cafetería una hora antes porque coincidimos en el mismo horario: Martes, jueves y sábado.
- ¿Quién te tocó a ti? -consulté, a su vez que bebía con prudencia de mi taza de café.
- James Hetfield... -ella dejó la taza sobre la mesa y me enseñó el expediente médico, era un joven rubio de ojos azules, este expediente era mucho más completo que el mío- ¿Y a ti?
- Lars Ulrich -contesté, sin molestarme en buscar el expediente entre mis cosas-... ¿qué tiene tu paciente?
- Síndrome de Tourette. ¿Y el tuyo?
Me quedé en silencio, tratando de pensar.
- Ni idea... el expediente que me dieron tenía muy poca información comparado al tuyo -dije sin parar de leer la información de su paciente-... tiene la misma edad que el mío... Ayer conocí a ese chico, Lars, bueno, ni pude saludarlo... es muy agresivo y parece esquizofrénico... pero dudo que lo sea, o sino, mi expediente lo diría.
- Oh... ¿puedes enseñármelo?
Le entregué el expediente, ella lo leyó...
- Hostia, ¿pero quién hace estos expedientes? Que aquí no me dice nada, si está tan mal como me dices, debería especificarlo a mayor detalle aquí.
- Eso mismo pensaba, resulta que nadie sabe qué tiene mi paciente y está en fruto de investigación, si logro hacer que mejore, significa que él se va a curar por completo porque nadie ha logrado saber qué tiene.
- ¿Sospechas de la esquizofrenia? -asentí.
- No confirmo nada, no hablé con él. A ver si hoy puedo hacerlo... ¡Me han dado hasta un puto botón de pánico para presionarlo en caso de que quiera atacarme!
- Joder, eso si que es fuerte, tía... Buena suerte, entonces. Que el semestre se te va a venir con todo.
- Lo sé... tampoco es que a ti te haya tocado fácil, no más complejo que a mi, pero también te deseo buena suerte.
Íbamos en dirección al hospital ahora, yo estaba reflexionando sobre qué hacer con mi paciente. Anoche había investigado un poco acerca de los componentes de cada una de las pastillas que debe consumir, por ello fue que deduje lo de la esquizofrenia, también consume pastillas para la hiperactividad y déficit atencional, y otra para trastorno de personalidad múltiple.
No sé, es que se me hace muy curioso todo, ¿para qué tanta medicina?
Marion y yo nos separamos, como me lo suponía, su paciente compartía cuarto con otro más. Mientras que el mío está en un cuarto que parece manicomio.
Asustadísima, entré a la habitación. No había nadie más, sólo él tirado en el suelo, observando el techo. Posé ambos pies en la cerámica y su mirada penetrante quedó pegada en mi, casi sin parpadear. Cerré la puerta de golpe porque me dio mucho miedo.
Estaba admirando su rostro: muy pálido, ojos grandes y verdes como una esmeralda, ojeras muy pronunciadas y labios finos pero partidos. Aparentaba mucha menos edad, parecía un chiquillo de secundaria.
- Uhh... hola -forcé una sonrisa nerviosa, él miró al techo con rapidez-. Me llamo Glenna Snider, puedes llamarme Glenna, si quieres... ehh... Seré tu nueva enfermera por los siguientes seis meses y...
- Cállate.
Abrí los ojos, impresionada.
- No haces caso a la carta con indicaciones, nada de mucha charla hacia mi.
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Químicamente Peligroso y Enamorado (METALLICA)
FanficQué es más terrible, ¿la dura práctica universitaria o que me haya enamorado de mi paciente?