Capítulo 11: ¿Sobredosis? Sobredosis.

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Nota: subo capítulo hoy porque hice un cambio de horario y no subiría capítulo hasta el miércoles.

Espero que les esté gustando la novela.

Besos y abrazos pa' todas :3
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- ¿Qué tipo de experimento maniático estaban haciendo en el laboratorio que han incluido todas estas sustancias? -consultó Marion mientras leía la lista de componentes con el ceño fruncido.

- Una especie de "tranquilizante" que acabó dejando a mi paciente fuera de control -bufé, todavía enojada por el asunto ese-. Me dijeron que serían daños irreversibles, y... ¿adivina qué? En cuestión de veinte minutos Lars volvió a ser normal o al menos actuar algo parecido a como lo hace siempre.

- Pero es que no pueden llegar y mezclar miles de componentes, ¿me puedes pasar la lista de las pastillas que toma diariamente? -busqué en mi bolso y se la entregué- Hostia pero si han juntado las pastillas con agua, marihuana y analgésicos primarios. ¿Probaron en algo éstas mezclas? Digo... la primera es lo que te dije, la segunda, es lo mismo que lo anterior sólo que más concentrada y no tan diluida.

- La primera se la inyectaron seis veces, mi paciente decía que le ardía cuando le daban las dosis y que fue cada vez perdiendo más el control a su vez que le iban inyectando mierda.

- ¡¿Seis veces?! Madre mía, ¿cómo es que no ha muerto el pobre? O mínimo quedar en coma... es que tenéis que ser bastante hijos de puta para hacerle eso a un pobre chaval. ¿Ya le han puesto la segunda muestra? -negué.

- Supuestamente hoy se la pondrían pero yo la boté al drenaje, me llevé la lista de componentes y además tiré por el drenaje varios componentes principales en mayor cantidad para que no vuelvan a crear una monstruosidad así.

- Te costará caro hacer eso, Glenna, sin embargo hiciste bien, yo hubiera hecho lo mismo. Vamos, que eso es crueldad pura.

- Lo sé, tengo una rabia tremenda con respecto al tema ese. Y tengo varias hipótesis con respecto a mi paciente.

- Anda ya, suéltalas, que te voy a ayudar en ésto, no me cabe en la cabeza lo mal que tratan a ese pobre chaval...

- Una, que las actitudes desfavorables, como por ejemplo: que haya querido suicidarse y cuando charlé con él me dijo que no quería hacerlo, que perdió por completo el control de si mismo... son efectos secundarios de la combinación de todas esas sustancias, y si ésta teoría es cierta, entonces... Lars ha empeorado su estado mental porque le dan miles de pastillas a medida que pasan los años y cada vez le dan cosas más fuertes, y cada vez va más y más agresivo... sospecho que la misma medicina que le dan lo vuelve así, que él sería normal sin ella.

Marion hizo una mueca, seguro analizó bien lo que solté.

- Lo de sobredosis te lo afirmo al cien por ciento, lo otro... no estoy al tanto de tu paciente y no sé cómo ha sido tratado antes, pero... tampoco descarto esa abominable teoría, tiene mucho sentido.

- Ah, que bien... no quería que pensaras que estoy rebuscando demasiado o que me he vuelto loca.

- A ver, de que te haz vuelto loca, sí, por la teoría no pero por tu paciente sí.

Ambas reímos.

- Vale, vale, eso es un secreto, ¿ok? Que nadie sepa que me gusta mi paciente.

- No lo decía por eso, aunque es bueno que por fin lo admitas.

- ¿Ah? ¡Maldita sea! -bufé y reí, sintiendo como me sonrojaba.

Al día siguiente, estando muy nerviosa, fui por lo de me práctica al hospital, pregunté si es que todavía seguía estando con Lars y así era, gracias a dios. Yo temía por el asunto de la segunda muestra de solución, si se la habrán inyectado o no.

Químicamente Peligroso y Enamorado (METALLICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora