#38. Hogar, dulce hogar.

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Ha pasado una semana desde que Spencer se fue a Liverpool. Cinco días desde que Aurora y Louis regresaron a Londres. Y yo estoy sentada junto a Harry en el aeropuerto esperando que nos llamen para subir al vuelo con destino a Londres, a casa. Se preguntarán por qué no nos fuimos Harry y yo a Londres el mismo día que Aurora y Louis, y la respuesta es simple: Harry y yo queríamos tiempo para salir y disfrutar por primera vez nuestra estancia en Praga sin pasar malos ratos o dolores de cabeza. Harry coge mi mano entrelazando sus dedos con los míos y acerca mi mano a sus labios y deposita un beso en ella haciendome sonreír. Escuchamos como nos llaman a través del alta voz y nos ponemos en pie.

—Vaya, ya venía siendo hora de volver a casa, ¿no crees? —dice Harry mientras nos dirigimos al avión.

—Ni que lo menciones. Me estaba cansando de escuchar a toda la gente hablar checo, ese lenguaje es igual o incluso mas extraño que el mandarín —le digo sonando la lengua. Me encanta el idioma mandarin, pero es realmente complicado.

—Eso mismo, quizás si hablaran español sería mejor.

Le sonrío en modo de: "Sí Harry, estoy de acuerdo contigo", y nos subimos al avión. Lo que me tranquiliza de esto es que el vuelo dura unas cuatro horas solamente, y el hecho de que volveré a ver a mi madre, quién probablemente se moleste mucho conmigo. Pero valdrá la pena el año entero que pasaré castigada en mi cuarto. 

Me despierto cuando Harry me sacude por el brazo, y me dice que ya llegamos. Me estiro escuchando un crack,  y me pongo rápidamente en pies. Bajamos del avión y buscamos nuestras maletas. 

—Oh, Inglaterra, como te extrañe —declara Harry en voz alta—. Incluso la reina apuesto que nos echó de menos por aquí.

—No creo, solo nuestras madres.

—Tienes toda la razón —está de acuerdo conmigo Harry—. Bueno, vayamos a mi Jeep. Oh, como extrañé a mi bebé.

—Uh, ¿como es posible que el Jeep este aquí? —le pregunto a Harry un poco insegura.

—Porque yo lo traje —dice una voz tras de nosotros.

Me volteo y veo a nada mas y nada menos que a Jack Silver.

—Oh mi Dios, ¡Jack! Que alegria verte —le digo dándole un abrazo.

—Es una alegría también, por un momento pensé que no volvería a verles las caras, amigos —dice Jack haciéndome reír un poco—, y aquí tienes las llaves de tu bebé, Styles. Y bienvenido, la escuela sin ti ha sido como el paraíso. A excepción de Brittany, esa zorra no se cansa de menear el rabo.

—Demonios, no me digas que sigue con su pinta labios y faldas color rosa chicle —dice Harry con cara de sufrimiento.

—Ahora tambien tiene mechones en el pelo color rosa chicle —dice Jack haciendo gesto de querer vomitar—. Ningún chico decente se le acerca, menuda suerte la de la pobre.

— ¿Pobre? Eso se lo tiene bien buscado por regalada que es —digo ante las palabras de pena que ha empleado Jack.

—Jadey tiene razón.

Le sonrío a Harry y me alzo en puntitas para dejar un beso en sus labios.

—Wack, me voy de aquí. Nos vemos el lunes en la escuela, porque si no sabían, las clases continúan —nos dice Jack.

—Aunque no lo crean, no recuerdo ni como coger un lápiz correctamente —dice Harry seriamente, haciendo que Jack y yo estallaramos en risas.

Nos despedimos de Jack, y nos encaminamos al Jeep. Al llegar a el, Harry prácticamente tira las maletas en el piso y trepa una pierna en la capota.

Love Harmful 2: Buscando el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora