𝚃𝚑𝚒𝚜 𝙸𝚜 𝙱𝚊𝚍 - 𝚆𝚊𝚔𝚊𝚜𝚊 𝙸𝚖𝚊𝚞𝚜𝚑𝚒

Paz

Wakasa...

A los pocos minutos estaba de vuelta con _______, los médicos la revisaron indicando que todo estaba mucho mejor, solo necesitaba rehabilitación para no tener ningún problema al moverse, tantos meses así podían traer consecuencias.

Ellos salieron luego de dar indicaciones, la camilla estaba un poco inclinada haciendo que su cuerpo quedara en una posición semi-sentada, me senté en el sofá a su lado como de costumbre.

Verla despierta de nuevo llenaba mi cuerpo de calidez, esa calidez que como hace meses solo ella puede darme. Lleva casi una hora despierta y no he cruzado ninguna palabra con ella.

—Princesa... no sabes cuánto te extrañe —con mi mano sujete la suya, cuidando no lastimarla.

—Tuve una gran cantidad de sueños en dónde despertaba y tú no estabas conmigo, en cada uno de aquellos escenarios tú estabas con una mujer, —su voz se comenzó a cortar, —sostenias su mano, la mirabas con la misma adoración que en algún momento me demostraste —pude ver sus ojos adquirir ese ligero color rojo dando aviso a las lágrimas. Sentí como una ola de tristeza recorría mi cuerpo.

—______, pase cada uno de los días aquí, observando como dormías, como mejorabas poco a poco, jamás te podría dejar, si dejamos algo en claro, solo me importas tú. Todos y cada uno de los días tuve la esperanza de verte despertar —una sonrisa se plasmó en mi rostro, ella dejo salir las lágrimas, verla llorar siempre sería difícil pero saber que eran por mi culpa creaba un dolor capaz de destrozarme.

—Wakasa... gracias por esperarme —su voz fue un sollozo.

—Lo hago porque te quiero, ______, eres mi princesa y jamás te dejare sola, es una promesa que pienso cumplir —deje un beso en su frente, sus mejillas se sonrojaron haciendo juego con la punta de su nariz.

Un largo mes transcurrió con la recuperación, ______ tardo un poco en querer hablar conmigo acerca de lo sucedido, no la presione en ningún momento, solo me interesaba su recuperación, la terapia física no estaba mal, la peli-roja que me entrego el sobre fue la encargada de supervisar todo.

Mi princesa estaba encantada con ella, podía decir lo mismo de Alía, intentaba pasar todo el tiempo posible con _____, su recuperación realmente me importaba, cuando la hora de terapia llegaba Alía me prohibía entrar, siempre que lo hacía mi mirada caía en _____, ella solo asentía indicando que estaba bien, que no le molestaba la situación.

La rayis...

Dejé un pequeño beso en la mejilla de Wakasa antes de entrar a la terapia con Alía, terminamos una hora después, la mujer siempre era amable conmigo, siempre me trataba con demasiado cuidado, paciencia. Sin problema me sentía como una niña pequeña siendo cuidada por su amorosa madre.

—______, te voy a extrañar, hoy fue el último día de terapia —se acercó a mi mientras las palabras salían de su boca.

—Pensé que aún faltaban dos semanas —dije mostrando confusión.

—Tu recuperación fue mejor de lo que esperaba, a eso se debe el repentino cambio, me alegra mucho que estés en mejores condiciones, espero volver a verte —le sonreí con cariño, la mujer realmente me caía bien.

—Yo también espero volver a verte.

En un rápido movimiento sujeto mi mejilla para besar mis labios, su acción me tomo por sorpresa dejándome confundida, pude sentir como sus labios se movían sobre los míos, su acción duró algunos segundos, mi mente no podía pensar en alejarla pero tampoco en corresponder.

Se separó, camino a la puerta, antes de salir hablo.

—Lo siento, realmente quería hacerlo desde hace demasiado tiempo, ______, cuídate —las comisuras de sus labios se elevaron formando una sonrisa, hizo una reverencia y salió del lugar.

Ahora me encontraba sumamente confundida.