Daddy; [VMin]

⌖4

Su auto es lindo. En cuanto puse un pie dentro mis fosas nasales se llenaron de su perfume. No era un perfume fuerte, era un perfume muy suavecito sin la necesidad de marear. No conozco perfumes, pero el de él huele delicioso.

—Puedes mover el asiento a tu gusto —me dijo y después encendió la radio—, ¿alguna estación qué te guste?

Apreté mis labios, aguantando la risa, pero me fue imposible. Él sonrió apenado y yo me tranquilicé para que no pensara que me estaba burlando de él.

—Lo siento, es que me recordaste a los del uber —ahora cualquier estupidez me hace reír—, puedes poner lo que gustes.

Él sonrió y lo vi sacar un USB y conectarlo. Hace tiempo que no uso esos.

—Me gusta mucho el jazz —dijo mientras manejaba—, lo disfruto demasiado.

Le bajó un poco a la canción que estaba sonando para que la música no opacara nuestras voces.

—Casi no he escuchado Jazz —le dije—, pero suena bastante bien.

Él había comenzado a manejar por dónde yo le iba indicando. Hasta que vi que me llegó un mensaje y me quedé mirando la pantalla por muchos segundos.

Estoy afuera de tu casa, donde estas???

—¿Por dónde más? —preguntó. Se suponía que debía girar, pero dejé que se fuera derecho. Al ver que no contesté, él se orilló para mirarme—. ¿Quieres hablar conmigo? —preguntó al notar el mensaje en mi pantalla.

Yo no sabía qué decir, no quería ir a mi casa y encontrarme con Yoongi, aún no quería verlo.

—Lo siento —dije sonriendo—, es mi ex novio —él asintió comprendiendo—, él me engañó y está afuera de mi casa y sinceramente no quiero verlo.

—Debe ser muy estúpido por engañarte —dijo y acercó su mano a mi cabello peinándolo detrás de mi oreja.

—Lo mismo pienso de su anterior pareja —dije avergonzado.

Él sonrió y sentí mi corazón derretirse.

—Ambos son unos imbéciles —asentí con la cabeza—, ¿quieres venir a mi casa?

—¿Su hijo no está? —pregunté, por supuesto que no, él estaba en mi casa, pero tampoco quiero que llegue cuando todavía no cogemos y que arruine todo.

—Él no estará hoy —dijo y sentí mi respiración cortarse al oír su voz siendo más profunda—, sólo seremos tú y yo.

Es ahora o nunca, le voy a decir que quiero coger.

—Señor Kim —le dije y bajé mi rostro avergonzado, ya me estoy cansando de éste tímido yo. Sentí su mano tocar mi barbilla y levantó mi rostro con cuidado para que lo mirara.

—Dime Taehyung —dijo con su voz profunda.

Tragué saliva y respiré con dificultad.

—Taehyung… —dije en un hilo de voz.

—¿Puedo besarte? —preguntó.

Yo asentí como si fuera eso lo que quería decirle. Él se acercó a mí y nos besamos. Besa tan bien, juro que si no estuviéramos en vía pública yo ya estuviera arriba de él.

Al separarnos tomé un poco más de aire y esta vez fui yo el que se acercó a besarlo. Sentí su mano tocar mi muslo y lo apretó un poco haciéndome soltar un gemido.

Me separé del beso y lo vi respirar con dificultad. Ambos estábamos igual.

Sonreí victorioso hacia la ventana y después volteé a verlo. Él estaba con una hermosa sonrisa simétrica y después me miró.

Está tan guapo.

—¿Quieres que continuemos en tu casa? —le pregunté y él soltó una risa.

—Seguro.

Se ve emocionado, a lo mejor y soy su primera cogida en Tinder, bueno, él será mi primera cogida con alguien de la edad de mi madre.

Llegamos a su casa. Tiene una hermosa casa. Carajo, ¿por qué no soy mayor? Podría quedarme con él y vivir cómodamente aquí.

Estúpido Yoongi, vive en un departamento hecho mierda, pudiendo vivir en este paraíso.

—Siéntete como en tu casa —me dijo. Lo vi ir a una habitación, no me importó, yo caminé observando todo, su casa estaba genial, los sillones eran de cuero y tenía una televisión enorme, había una puerta corrediza de vidrio que daba al patio en el que tenía una hamaca y una mesa de madera.

Siento envidia por su casa, es hermosa.

Me llegó un mensaje de Hoseok.

Qué tal está? 🥵

Me reí y sólo le contesté.

Está 🥵
Ahorita veo si también está 🍆🥵

Pude escuchar la risa de Hoseok en mi cabeza.

Invita 🥵

—¿Te sigue molestando? —preguntó saliendo de su habitación.

Levanté la mirada y lo vi de pie debajo del marco de la puerta con unos botones desabrochados de su camisa, dejando ver el inicio de su pecho marcado.

—Ah… no, no, no. Un amigo me envió un mensaje.

—Entiendo —sonrió y caminó hasta mí dirección—, ¿gustas algo?

¿Coger? Sí, por favor.

—Ah… no… sólo que tienes una casa hermosa —dije mirando a todos lados.

—Mi habitación me gusta más —sentí su mirada sobre mí y cuando llegó hasta mí, tocó mi barbilla con sus largos dedos y me hizo mirarlo a los ojos—. ¿Puedo? —preguntó.

Siempre me ha gustado que me tomen, pero que me pregunten antes de hacerlo me gusta mucho más.

—Sí —dije en un hilo de voz y me besó. Sin dejar de besarme, me tomó de la cintura y me pegó a su cuerpo sintiendo su erección crecer. Solté un fuerte gemido y se separó para mirarme con una ceja levantada.

—¿Cómo te gusta?

—¿Qué? —me sentí desubicado un momento.

—¿Cómo te gusta el sexo?

No sé qué decir, no tengo una especialidad siempre ha sido igual.

—¿Por qué mejor no me muestras como lo haces tú? —le respondí. Eso estaba mucho mejor.

—Está bien —susurró sobre mis labios y los besó tirando de mi labio—. Me aseguraré de que te guste.