⌖9

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No pensé que iba a tener la bandeja de entrada llena de mensajes por parte de Yoongi, por eso es que tuve que bloquearlo. No entiendo por qué quiere seguir conmigo si a fin de cuentas va a engañarme.

Hoseok me aconsejó olvidarlo. También me dijo que lo que dijo Yoongi no era cierto y le creo, seguramente sólo lo dijo como excusa para que no le creyera, pero es cierto, yo me enteré antes de que mi amigo me dijera.

Sólo de recordar lo humillado que me sentí me da coraje. Sé que merezco algo mejor. También sé que no merecía que me engañara de tal forma. Simplemente él tiene problemas, yo no.

Pero me siento tan mal de que haya pasado así y a veces lo recuerdo y siento horrible porque ahora siento que me puede volver a ocurrir. ¿Cómo no lo vi venir?

No, basta Jimin, tú mereces algo mejor, merezco algo mejor. Algo como una cena en un restaurante italiano con un elegante hombre delante mio bebiendo de su copa de vino que no me ha quitado la mirada de encima. Y… ¡oh! parece que está intentando divertirme un poco con su pie.

Me removí un poco al sentir su zapato acariciarme por debajo de la mesa. Subió su pie hasta mis muslos y yo me abrí de piernas para que me tocara.

No haríamos esto si no hubiera mantel, por supuesto que había y él reservó alejados de todos. Me acarició, yo intenté controlarme cerrando mis ojos aunque sin mucho éxito ya que no podía dejar de soltar suspiros y gemidos ahogados, así como moverme en mi asiento.

Se detuvo y yo lo miré con mis mejillas encendidas, siento mi miembro palpitar en mis pantalones.

—¿Te diviertes?

—Sí —sonreí tímido. Se inclinó un poco hacia enfrente y me besó. Me tomó por sorpresa ya que solemos besarnos seguido pero cuando tenemos sexo, este beso se sintió más emocional. Oh…

Se separó del beso y-

Llegó nuestra comida, fue extraño comer en silencio. Estoy seguro que notó mi desconcierto por el beso, pero no me molesta que me bese, es sólo que ese beso fue tan diferente a los que nos damos con deseo o de consolación, este fue casi como un te amo.

—¿Cómo estuvo tu día? —preguntó.

Bien Jimin, recuerda que eres un maestro de literatura de 30 años.

—Bien, mantengo una figura firme con los niños, hay alumnas que suelen darme cartas de amor, usted sabe cómo son las adolescentes, pero eso no es excusa para dar mi brazo a torcer —sonrió, tiene una sonrisa muy bonita.

—¿Por qué lo dices? —no tengo ni puta idea, siempre quise decir eso—, ¿tuviste problemas con ellos?

—Sí… —piensa en algo sencillo, idiota—, tareas, nunca las entregan.

Me analizó por unos segundos parece que está sospechando…

—Es entendible —todo bien—, aunque tampoco entregaba tareas y mírame. Muchas veces, meten presión a cosas sin sentido, sólo aumentan el estrés en los adolescentes.

—Se le llama disciplina.

—¿Para qué?

—Para la vida, usted es contador, si no tiene lista la contabilidad simplemente no gana. Es lo mismo en la escuela.

Él negó.

—Sí, pero si no hago mi trabajo me quedo sin dinero y si no hago tareas me quedo sin una décima, décima que no importa, en la universidad no revisan las calificaciones de la secundaria —tiene razón, pero me gustaría ser un profesor estricto, nomás para aprovechar el poder que tendría.

—Bien, pero no se lo digas a nadie joven, es importante tener responsabilidad.

—Está bien —dijo con una linda sonrisa y ambos seguimos comiendo, ya me siento más tranquilo. Sólo estoy de dramático, fue un simple beso, nos besamos siempre.

Después de terminar de comer ambos nos pusimos a beber. Mentiría si dijera que no bebí de más, pero sí lo hice. Él no lo hizo porque va a conducir.

Pero aún así terminamos teniendo sexo en su auto, porque lo dije, este hombre y yo sólo estamos juntos para coger, así es como funciona esta relación.

Me había subido arriba de él en su asiento. La verdad que estaba un poco borracho por lo que estaba gimiendo más alto de lo que usualmente lo hago.

Me puse a dar brincos y él me masturbaba mientras chupeteaba mi cuello.

Me sujetó del cabello y me acercó a su boca para besarme con tanta pasión. Él terminó dentro de mí y yo en su camisa. Recuperando la respiración nos miramos a los ojos, juntó su frente con la mía y su respiración caliente golpeó mis sonrojadas mejillas.

Empezó a acariciar mi lóbulo de la oreja y después me abrazó. Me sentí pequeño en sus brazos. Su pecho subía y bajaba arrullandome con la música de jazz que sonaba en el estéreo.

Levanté la mirada encontrándome con sus hermosos ojos y lo supe, no lo podía creer.

Me estoy enamorando de este hombre, posiblemente sea el alcohol, pero justo ahora, no quiero que me suelte. Quiero que se quede adentro y que me haga el amor como nadie me lo ha hecho antes, así como él lo hace.

—¿Fue una salida formal? —fue lo que salió de mi boca.

—¿Quieres que sea formal?

—Me gusta el sexo con usted —dije— y me gusta usted.

—También me gustas mucho. Aunque soy bastante grande para hacerlo formal, ¿no crees?

Reí.

—¿La gente de su edad sólo coge?

Negó con la cabeza.

—Me refiero a nosotros, soy dieciséis años mayor.

En realidad es más.

—No me importa —dije haciendo un puchero—, me siento bien contigo, ¿tú no?

—Por supuesto que sí —me besó. No sé por qué me había alterado en el restaurante, por pensar en nosotros en una relación, esto me gusta.

En estos momentos quiero estar así con él, pero estoy seguro que estando sobrio me voy a arrepentir de haberlo dicho, pero ya no estoy con Yoongi, no debería tener problemas para salir formalmente con él, ¿cierto?

Todo saldrá bien. Por ahora me siento bien y es lo que importa.

Daddy; [VMin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora