Capítulo 13

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Al día siguiente lo curaron de un castigo menor con algunas hierbas medicinales y antibióticos que tenían los esclavos para no pescar alguna infección. Aunque las situaciones no eran tan antihigiénicas como lo había sido en otras ocasiones para Danelle, pero sabía que su suerte no había sido la mejor en los últimos meses así que no se pudo negar cuando les ofrecieron medicinas a los tres. Los menjurjes que le dejaban su desagradable sabor todo el día.

Al siguiente día no se lo dieron libre. Nunca era así. Solo cuando era un castigo severo en el que te encerraban o azotaban hasta los huesos. 

Cuando se arreglaba su cabello en un chongo llegó Rogert menos demacrado que él, pero con movimientos limitados.

-Duele, ¿verdad? - le dijo Rogert haciendo una mueca.

-Nada nuevo para mí, lo siento si los arrastre con mis problemas- dijo Danelle peinándose el cabello maltratado con los dedos, algunas pequeñas rastas enredándose en ellos.

Rogert se le acercó.

-Solo venía a decirte que tengo un poco de analgésicos- le dijo Rogert en voz baja mientras Danelle sabía a lo que se refería. Drogas - si quieres te puedo dar algunos para el dolor, hoy te van a poner a trabajar como bestia de campo.

Danelle lo medito. Lo había hecho antes. Algunas veces ya que la mayoría de los esclavos usaban drogas que eran muy potentes pero baratas. No sabían si las habían formulado correctamente y muchos morían por los efectos secundarios. Él las había consumido un par de veces y no le agradaban. La idea de no tener control sobre su cuerpo, ser más lento y quedar expuesto a todos los enemigos que tenía. En absoluto no le agradaba la idea. Prefería las hierbas que eran parecidas a la anestesia local antes de quedarse en el viaje.

Rogert noto sus dudas.

-No es rohag- le explico Rogert, la droga más barata que te sacaba del dolor por mucho tiempo, pero la más riesgosa -es un analgésico normal.

-No es eso, no me gustan.

-Me la dieron unos amigos.

Amigos. Wuau.

-Mejor me esperare, pero gracias - dijo agradeciéndole con un asentimiento.

-Como quieras, nos vemos en el comedor- le dijo Rogert suspirando y metiéndose las manos en los bolsillos mientras se daba la vuelta para irse al comedor que estaba siendo bañado por la claridad del amanecer.

* * *

Quería encontrar un arbusto y quedarse tirado todo el día. Rogert había estado en lo correcto cuando le advirtió que le darían trabajo duro para hacer peso en su castigo. Pero Danelle hacía honor a la etiqueta con la que lo habían marcado "desobediente y rebelde" mientras buscaba a Rogert. No había visto a Armani para disculparse con él, temía que llorara como Rogert le había dicho que hacía la mayoría de veces al solucionar problemas o enfrentarlos. Armani le recordaba a su pequeño hermano. Él no sabía que eso había hecho que Danelle lo salvará de Fress.

Al ver la copa del árbol en donde le habían dicho que estaba Rogert se animó a dar los últimos pasos entre en césped. Amaba el olor a césped cortado aunque lo mareaba. Se acercó para verlo desde lejos enrollando algo en un pedazo de tela para después meterlo a un saco de basura con flores y hojas del pomposo magnolio rosado. Rogert lo vio ir hacia él y se exaltó un poco. Un movimiento que hubiera pasado inadvertido por cualquiera que no hubiera visto la maniobra que había hecho, pero Danelle lo saludó levemente antes de que lo corriera.

-Será rápido, creo que necesitaré la droga que me ofreciste en la mañana, el dolor me está matando- le dijo Danelle tratando de no mirar demasiado el saco de basura.

El Poder SiniestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora