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[Gion, Kyoto]

– Gion está prácticamente desierto en esta parte –comentó Kayano, observando el callejón por donde pasaban en aquel momento.

– Sí –apoyó Kanzaki.– Con todos esos lugares que atraen gente, no hay mucha gente que venga por aquí sólo para pasear, y no necesitas una vista linda y abierta. Por eso estaba al tope de mi lista. Es perfecto para un asesinato.

– ¡Bien, Kanzaki-san! ¡Realmente lo analizaste! ¡Aquí es donde lo intentaremos!

– "Perfecto" es correcto –dijo alguien de pronto.

Los seis miraron a aquella persona, notando que era un chico de preparatoria de aspecto peligroso, que venía con otros dos del mismo aspecto.

– Así que, ¿Por qué caminan por un lugar perfecto para secuestrar?

Se escucharon pasos tras los menores, y al girar vieron a un grupo más grande de chicos, quienes sonreían con malicia.

– Algo me dice que no están aquí por la vista –sonrió Karma.

– Bueno, no estamos aquí por ti. Entreguen a las chicas y lar-

El pelirrojo lo tomó de la cara a aquel y lo arrojó al suelo antes de que pudiera terminar de hablar, se incorporó y miró a su amigo de cabello azul.

– ¿Ves, Nagisa-kun? Pelear no es un problema cuando no hay testigos.

Nagisa se sobresaltó y señaló a uno de aquellos chicos, quien había sacado una navaja.

– ¡¿Quieres que te acuchille?!

Corrió hacia el pelirrojo, pero él tomó una manta roja que había en el canasto de una bicicleta y se la arrojó a la cara, para luego golpearlo y arrojarlo al suelo.

– ¿Acuchillar? Por favor.

Kayano y Kanzaki gritaron de pronto, al ser sujetadas por detrás  por dos de aquellos chicos de preparatoria.

– ¡No! ¡¿Que-?!

Karma giró rápidamente al oírlas y chasqueó la lengua, frunciendo el ceño.

– Sí, pelear no es un problema –dijo dándole un golpe por detrás.

Cuando el pelirrojo cayó al suelo, varios lo rodearon y comenzaron a darle patadas; él sólo pudo cubrir su cabeza con un brazo.

– ¡Karma-kun!

– ¡Oigan, ya basta! –gritó Sugino, corriendo hacia él.

Uno de los criminales le pegó apenas dios pocos pasos, arrojándolo hacia atrás y provocando que chocase con Nagisa; ambos cayeron al suelo.

– ¡Rápido, traigan la camioneta! –miró a los menores.– Eso les enseñará a no meterse con nosotros, mocosos de secundaria.

Tres golpearon a Sugino y Nagisa, y todos se fueron rápidamente dejando a aquellos tres chicos de secundaria en el suelo.

[Sagamihara]

Tn salió de la escuela junto a sus amigas, sé despidió de ellas, y se acercó al vehículo negro que la esperaba, subiendo a él. El auto comenzó a avanzar, alejándose del recinto escolar.

El teléfono de la joven comenzó a sonar, y ella contestó rápidamente.

– ¡Dai!

– Airi~ –rió.– ¿Cómo estás?

– Bien. Voy en el auto, acabo de salir de la escuela, ¿Y tú?

– También –rió.– Me aburro sin ti aquí todavía, Kitty.

Erotomanía 🎙 Karma AkabaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora