Erotomanía 🎙 Karma Akabane

🎙 25

[Salón de Profesores]

– ¡¿T-Todo esto es para el examen de matemáticas?! –exclamó el Profesor Ono con sorpresa algo horrida; las pilas de libros sobre su escritorio era enorme.

– Sí –sonrió nervioso otro profesor, mirándolo.–, el Director dijo que pusiéramos las preguntas más difíciles de todo este material.

– ¡¿Y todo esto para un examen de secundaria?! –tomó uno de los libros.– ¡Podrían entrar a una universidad mediocre con esto! ¿A qué nivel pretende el Director llevar a estos estudiantes?

[Oficina del Director]

Gakuhō entró a su oficina, con el listado de alumnos de la Clase 3-A en una mano, y observó hacia dentro. En su escritorio había una caja de cartón blanco, y arrodillado a un lado estaba Koro-sensei leyendo una revista.

– Vaya, es inusual verlo por aquí –cerró la puerta y caminó al escritorio.– No he estado haciendo nada malo, Koro-sensei.

– Sí, lo sé. Usted irá con los métodos ortodoxos hasta el final –se levantó.– No recurrirá a trucos baratos a esta altura del juego –tomó la caja.

El Director se sentó en su silla y la giró para quedar de cara a su escritorio. Mientras, el profesor abrió aquella caja y la extendió a él, dejando ver cuatro pastelillos alargados.

– Esta podría ser nuestra última batalla educacional –el contrario lo miró.– Una muestra de agradecimiento por no rechazar mi presencia y permitirme estar aquí.

El hombre sonrió.

– Koro-sensei, esta es la primera escuela donde ha enseñado, ¿Verdad? –abrió el cajón superior a su derecha.

– ¿Cómo lo supo?

– Es usted un aficionado –guardó el listado de la Clase 3-A.– No dirá una palabra de por qué se convirtió en profesor... –cerró la gaveta.– Tal vez me lo dirá cuando gane.

– No hay mucho qué decir al respecto –tomó uno de los postres.– En términos generales, existen dos razones para que una persona desee enseñar algo: que quiera transmitir sus éxitos, o que quiera transmitir sus fracasos. ¿Cuál de las dos es su razón, Director Asano?

Gakuhō, con su leve sonrisa intacta, observó hacia adelante.

– Quién sabe...

[Calle]

– Cambiando de tema... –miró a su hermana.– ¿Qué te traes tú con Akabane?

Tn se sobresaltó, abriendo los ojos con sorpresa mientas sus mejillas se sonrojaban. Ambos hermanos iban caminando a casa.

– ¿Otra vez? –lo miró.– Ya te dije que nada. Él es mi fan...un fan algo obsesivo y stalker, pero nada más que eso –volteó la mirada.– Me ha dado regalos, y siempre tengo una carta de su parte cuando abro mi taquilla, entre todas las cartas de los demás fans que tengo en la escuela.

– Me preocupa que te haga daño. Akabane es violento.

– Tranquilo, no es ese tipo de fan...Aunque me haya forzado a ir a una cita con él.

– ¿Él qué?

– Puedo cuidarme sola, Shū-aniki –lo miró de nuevo.– Recuerda que no eres al único al que papá metió a aprender karate...a la fuerza.

– ...De acuerdo –suspiró.– Pero te recuerdo que Akabane está en la Clase E por una razón.

– Mal comportamiento.