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[Más tarde]

[Viejo Edificio]

Takaoka gruñó furioso y corrió hacia Nagisa para tratar de atacarlo nuevamente, con más violencia esta vez, pero antes de poder tocarlo Karasuma se interpuso en su camino y lo golpeó a él, arrojándolo al suelo.

– Me disculpo por los problemas que causó mi colega. No se preocupen, yo me encargo –miró a los jóvenes.– Negociaré con mis superiores para reasumir mi posición de profesor.

– ¡Karasuma-sensei! –sonrieron todos.

– ¿Crees que te dejaré hacer eso? –amenazó incorporándose.– Negociaré con ellos yo y entonces-

– No hay necesidad de negociar –interrumpió.

Todos miraron hacia las escaleras del jardín, viendo al Director bajar por ellas con su siniestra sonrisa de siempre, encaminándose hacia ellos.

– ¡Director Asano!

– Me dio curiosidad ver a nuestro nuevo profesor en acción –se agachó delante de Takaoka.–, y terminé observándolo todo –tomó su rostro con una mano.– Profesor Takaoka, su lección fue un mal chiste –enseñó un papel.– Sí, el miedo es necesario en la enseñanza. Pero un profesor que sólo puede inculcar miedo a través de la violencia –metió aquella hoja en su boca, con tranquilidad.–, es un profesor de lo más bajo.

– P-Pero...Yo... –balbuceó.

– Su carta de despido –lo soltó.

Gakuhō se levantó y comenzó a caminar, alejándose mientras limpiaba los restos de saliva de su mano con un pañuelo.

– El Ministerio de Defensa no tiene derecho a contratar personal aquí. Yo tomo las decisiones en este lugar. Y no lo olvide –arrojó el pañuelo sobre el bolso del militar despedido.

– Maldición, maldición, maldición, maldición... –gruñó repetidamente con furia, masticando el papel hasta meterlo por completo en su boca.

Takaoka se levantó del suelo rápidamente y comenzó a correr, tomado su bolso en el camino y pasando a un lado del Director, para irse con prisa e ira del lugar.

– ¡Maldicióóón!

[Campus principal]

Tn salió de la escuela con sus amigas, conversando animadamente.

– ¡Asano-san! –llamó.

Las tres se detuvieron, reconociendo de inmediato aquella voz, y se dieron la vuelta para mirar a aquel hombre que se acercaba a ellas.

– Pa...Director.

– Ven conmigo –ordenó pasando a su lado.– Tenemos que hablar.

– ...Sí, señor –miró a sus amigas.– Las veo luego.

– Claro...

– Suerte –susurró.

La rubia sonrió, algo nervosa, y comenzó a caminar siguiendo a su padre.

A lo lejos, Asano levantó una ceja, observando con desconfianza a su padre.

[Oficina del Director]

Al entrar a la oficina, Gakuhō se sentó tras su escritorio, echó la espalda en su silla y recargó sus manos sobre su regazo. Tn tragó saliva, observándolo nerviosa.

– Akabane Karma-kun.

– ¿Ah?

– He notado que siempre está a tu alrededor, y...que fue a verte durante una clase de química en el laboratorio, ¿Verdad?

Erotomanía 🎙 Karma AkabaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora