Erotomanía 🎙 Karma Akabane

🎙 30

[Viejo Edificio]

– Nuestro plan ya está planteado –dijo Isogai.– Ahora hay que ponerlo en acción. El cohete sólo podrá llevar a dos personas –levantó una mano.– ¡¿Voluntarios?!

– ¡Sí! –exclamaron los chicos, levantando la mano; excepto Karma. Las chicas los miraron con curiosidad.

– Lo suponía –bajó la mano.

– Chicos, eh.

– Es una nave experimental que no ha realizado vuelos exitosos todavía... –indicó Koro-sensei.– ¡Aun así, ¿Quién quiere ir?! –gritó animado, levantando una mano.

Todos los chicos bajaron un poco sus manos, dudosos.

– Lo suponía.

– Aun así, quiero ir –dijo Itona con su mano aún levantada. Todos lo miraron.– Un cohete le haría agua la boca a cualquier amante de la tecnología –bajó la mano.– Pero cederé mi lugar esta vez –miró al de cabello azul.– Nagisa –miró al pelirrojo.–, Karma.

Ambos lo miraron con curiosidad. Karma volteó hacia él, levantando una ceja.

– No me agrada eso de correr riesgos innecesarios si otro puede hacerlo –cerró los ojos, llevando las manos tras su cabeza.– Sólo envíen a Terasaka con uno de los muñecos de prueba. Si se estrella, nadie lloraría por él.

– ¡¿Quééé?! –gritó Terasaka.

– Karma el luchador nato y Nagisa el asesino silencioso –miró al segundo.– Podría ser la pareja perfecta para secuestrar esa estación espacial.

Isogai asintió.

– Nosotros ahorraremos nuestro dinero e iremos algún día.

Terasaka se levantó rápidamente y se acercó al pelirrojo, levantando un puño. Karma lo miró algo irritado, levantando una ceja.

– ¡Ustedes dos se pelearon bastante para que la clase entera esté en esta posición! –gritó molesto.– ¡Toma la responsabilidad y no te eches atrás! –obligó apuntándolo, mientras él suspiraba y volteaba la mirada.

– Karma –llamó. Ambos lo miraron.– Vamos –sonrió.– Un viajo de graduación al espacio exterior con tu amigo... ¿No sería estupendo?

Karma miró unos segundos a su amigo y sonrió, resignado.

– Está bien, está bien. Prometí escucharte en esto.

– ¡Está decidido!

[Más tarde]

[Campus Principal]

Tn hablaba animadamente con sus amigas, cuando de pronto vio por el rabillo de su ojo a aquel pelirrojo pasar conversando con unos amigos, ignorándola completamente; hizo una pequeña mueca y volvió la vista a sus amigas. Ambas suspiraron.

 – Es infantil.

– Definitivamente.

– Bueno, técnicamente...le rompí el corazón, ¿No?

– Sí, eso hiciste.

– ¡Mayu! –suspiró.– Sólo le dijiste la verdad. Todo el mundo merece la verdad, aunque duela.

– Shiori, eres mala.

– Tú eres peor.

– Chicas, ya –regañó.– ¿Qué hago ahora? Sólo... ¿Lo dejo pasar?