Capítulo VII: ... Frente al Rockefeller Center (Pt. II) / El Gran Final

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Spider-Man: ¡¡AAAAAAAHHHHhhhhh!!

Kingpin: Uhh.. Jeh.. Esto aligera mucho las cosas.

¡KRACK!

Spider-Man: *quejido* ¡AH! Ah.. *toser* Maldita sea.. No. ¡ALÉJATE DE MÍ, MALDITO!

Kingpin: ¿Qué? ¿Te da miedo la oscuridad de las cloacas? JAJJAJAJA. Ya me lo suponía. Tan solo eres un niño que pretende ser un héroe disfrazado de promesas y esperanza. ¿Y sabes? Yo estoy muy familiarizado con ese concepto.

Spider-Man: ¿¿¡Y-Y A QUIÉN CARAJOS LE IMPORTA ESO!?? ¡ESTÁS LOCO! Ah.. Estás muy loco y eso me asusta más que las cloacas.

Kingpin: Huh. Vaya. Al menos, ya eres honesto.

Spider-Man: ... *quejido*

Sorpresivamente, luego de caer unos casi 2 metros de altura hacia una cloaca que estaba por debajo del terreno en el que Spider-Man peleaba contra Kingpin, el adolescente se llegaría a romper unas costillas del lado izquierdo de su cuerpo, además de lo que parecería ser una parte de su brazo derecho y un poco de su omóplato del mismo hemisferio. Todo esto, provocaría una reacción bastante desesperada que llevaría a Spider-Man a dar un grito de presión, seguido de otros más amenos que expresarían el dolor que estaba sintiendo. Un dolor que sería contenido por su valentía y por la destreza que el rudo Wilson Fisk le estaba llegando a mostrar. Y hablando de las cloacas, no habría mucho que decir de estas; más que tendrían el mismo hedor fétido tan característico que no podrías confundir con otra cosa que no sean elementos relacionados al tema.

Spider-Man: Huh. Sí.. Claro.

De forma interesante, entre todas las cosas que estaría observando y sintiendo con sus sentidos agudizados, Spider-Man se daría cuenta de un detalle que le llamaría mucho a la vista; que también se conectaba con algo que Fisk le habría dicho unos segundos atrás. Una cosa brillante que sobresalía de un extremo de la oreja interna derecha del musculoso diabólico, parecía indicarle algo.

Al parecer, resultaría ser que, en efecto, Wilson Fisk andaba caminando y golpeando sin la ayuda de su vista.. Pero esto no querría decir que el mismo no estuviese usando todo el potencial que tendrían sus rosados oídos. Literalmente. Y este aspecto de su improvisación, lo conectaría de forma involuntaria con una persona que estaría más o menos relacionada a su círculo social que también haría lo mismo que el calvo de gran familia; algo que, de por sí, estaría incluido en la gran cantidad de habilidades que poseería ese luchador sigiloso y justiciero ante el crimen de nombre Daredevil.

Kingpin: *sonreír* ¿Qué ocurre? ¿Acaso te estás rindiendo?

Spider-Man: No.. Eso nunca. Y-Yo siempre me voy a levantar. Aunque tenga muchos huesos rotos o me estén hechizando con un conjuro de brujería.. Huh. *quejido*

Kingpin: No me sorprende. Ya conocía a alguien que también es así. Bueno. Si eso es lo que quieres.. Tendrás que irte directamente al Cielo.

Dice el hombre con traje blanco, alzando las cejas por unos segundos y acercándose de a pocos a Spider-Man. Luego de esto, volvería a tronar los dedos de sus enormes manos con algo de vellos.

Finalmente. El momento, habría llegado. Y definitivamente, Spidey tendría que hacer posible su estrategia o lo terminarían matando las manos fuertes de aquel señor que se habría convertido en su mayor enemigo. Así que, esperando el momento justo que ya habría sido avistado, Peter piensa en una cosa que le facilitaría mucho las cosas para acercarse a los oídos del Kingpin, ya que, como la lógica podría dictarlo, si se llegó a ver un audífono con una luz algo brillante de color celeste, también debería de haber otro del otro lado. ¿O tal vez no?

Consecuentemente, el arácnido de Queens, tendría en mente dejarse agarrar por su enemigo para así resistir un poco, o mucho, lo que él le llegase a hacer. Y después de esto, le resultaría más sencillo a Spider-Man extender los brazos hacia las orejas del irritado Wilson Fisk para así arrebatarle a este la trampa que habría sacado debajo de su manga. Un truco bastante inteligente que le costaría la derrota ante el chico disfrazado y con algunos huesos rotos, de una vez por todas. Entonces, ¿qué tan bien llegará a resultar esto en las cloacas de la ciudad?

Spider-Man: Creo que sé a quién te refieres. Lo conocí, hace como una hora y media. Es un gran tipo.. Y apuesto a que haría lo que yo estoy a punto de hacer. *señalar* ¡Aquí está! ¡ATRÁPENLO!!

Dice Spidey, tomando un lado de sus caderas y levantándose de a pocos del contacto con el agua podrida y llena de porciones de material humano tóxico para poder señalar detrás de su rival más a gusto, con el objetivo certero de llevar su atención hacia otra parte; cosa que lograría hacer, ya que Kingpin se distraería con lo que dijo el muchacho de máscara de forma improvisada.

Kingpin: ¿Eh?

Spider-Man: ¡Ya te tengo, Bola de Nieve! ¡¡Y ahora, prepárate a perder tu única ventaja ante mí!! ¡¡YAH!!

Kingpin: *gruñir* ¡NO! ¿¡QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO!? ¡DEJA ESO, PEDAZO DE IGNORANTE! ¡AAAHH!

Spider-Man: *quejido* Huh, huh. No será suficiente para frenarlo. ¡Entonces, será mejor que piense en algo más potente!

Dice nuevamente el Vecino Amistoso del Vecindario, mirando a unos dos extremos de la cloaca en la que estaba ubicado para así organizar un ataque con sus telarañas que serían posiblemente lo último que necesitaría para detener la defensiva del Rey del Crimen, Kingpin. O eso parecía. La idea, sería encadenar una serie de redes largas que consigan atrapar de una forma eficaz a las grandes medidas que tendría el cuerpo del fuerte Wilson Fisk, para acto seguido, Parker maniobrar sus lanzarredes con el propósito de expulsar la gran cantidad de fluido arácnido que tenía pensado explotar hace unos 10 minutos. La geometría de su idea, abarcaría gran parte del techo y los laterales de la obra arquitectónica, entonces podría funcionar.

Kingpin: Mis oídos.. ¿¿¡PERO QUÉ HAS HECHO!?? *quejido* ¡¡Esto te va a costar muy caro, entrometido hijo de-

Spider-Man: ¡Suficiente con las malas palabras! Ahora, cállate y deja que papi se encargue de todo el daño colateral, ¿de acuerdo?

Kingpin: ¿¡QUÉ!? ¿Qué estás haciendo.. ? *quejido*

Dijo el gordo de unos casi dos metros de estatura, tomándose de los oídos porque estos andaban sangrando un poco. Parece ser que los audífonos que tenía estaban impregnados en su cavidad auditiva externa, de algún modo quirúrgico o posiblemente artificial. La última opción, parecía ser la más probable.

Spider-Man: Un momento.

Y entonces, cumpliendo lo que prometió, Spider-Man abarcaría todo un gran punto de flexión para tratar de detener a Kingpin con sus redes, formando curiosamente un transportador de regla con el patrón que habría elegido.

Spider-Man: Esto no bastará. Seguirá moviéndose y.. Ya sé.

¡CLANCK!

De pronto, entre la materia fecal, el humo de la fricción por las pisadas y las ratas que van corriendo despavoridas por el momento, Parker pensaría en algo más que haría a su captura de la noche una actividad más efectiva: Cómo hacer que Wilson Fisk se quede totalmente quieto. Gracias a unas tuberías que parecerían algo vulnerables por el pasar de los días y los años, Spider-Man decidiría arrancar con sus propias manos un fragmento largo de estas para así golpear en la cabeza y en el cuello a su presa paralizada; por ende, esto parecería ser más que posible.

Y considerando además que Kingpin estaría debilitado por una anterior pelea contra su hija adoptiva, o eso dijeron las noticias, entonces todo esto sí que serviría para atraparlo con letras mayúsculas.

Spider-Man: Brand New Day (SpiderBishop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora