27 de diciembre de 202x
Escribo esto mientras mis manos no dejan de temblar. Hemos encajado todas las piezas del rompecabezas de este mundo y tal parece que desde ahora, nada será sencillo.
Esta noche los tres juntos fuimos dirigidos al Reino del Día.
Realmente era un lugar completamente diferente de lo que recordábamos. Estaba sombrío y solitario, y las plantas parecían haber perdido su brillo y vitalidad. Kris no estaba bien tampoco, pero aún así caminaba decidido, paso a paso junto a mí.
Todo estaba tan vacío como el Reino de la Noche, por lo que rápidamente subimos las escaleras rumbo al invernadero, que nos recibió con toda su exuberancia la primera vez.
Para nuestra sorpresa, el Príncipe del Día, estaba ahí mismo, caminando de un lado para el otro, regando sus flores. A mi caballero se le hizo algo familiar, por lo que sonrió por lo bajo. Seguro evocaba al tierno señor Asgore.
- ¡Pero qué alegría! Deseaba que volvieran. Es muy bueno saber que estás bien, Kris. Pero te ves algo pálido.- dijo, soltando la regadera y acercándose a nosotros con mucho entusiasmo, aunque se paró en seco al ver nuestras expresiones.
- Temo que no tenemos buenas noticias: El Reino de la Noche está completamente petrificado, aunque pudimos conocer al príncipe Hōld y saber que es lo que está pasando. Es Mareridt: planea apagar su sol y paralizarlos a todos.- dije, tratando de pausar mis palabras ante el bombardeo de informaciones tristes.
La sonrisa del príncipe mutó tenuemente hasta desaparecer por completo, y en sus ojos se pudo ver la pena reflejada en todos. Las flores parecieron marchitarse un poco y una gruesa nube impidió la luz que decoraba el lugar.
-Entonces Hōld te entregó la reliquia. Eso será suficiente; es muy listo.- dijo, mientras comenzaba a urgar en sus bolsillos.
- Si, majestad, pero me gustaría que me dijera para que sirve. No tuve mucho tiempo de preguntarle a su amigo, como puede ver.
-Creo que en ese caso, tienen tiempo de que les cuente una historia.
Este lugar siempre ha estado dividido en dos: El Reino del Día y El Reino de la Noche.
Mareridt es mi hermana gemela. Ambos gobernábamos este lugar, trayendo el equilibrio a los sueños de todos ustedes. Ella entregaba terrores y yo esperanzas.
Nació con un gran don: es la única libre de moverse entre ambos reinos, así que se ofreció a ser algo así como nuestra mensajera, comunicando nuestras labores.
Tanto Hōld como yo, debemos proteger nuestras lumbreras. Si cualquiera abandona su lugar, nuestro mundo sucumbiría por completo. Así que ella lo visitaba con mucha frecuencia, y yo me alegré por los dos.
Sin embargo, la distancia no fue impedimento para que fuésemos amigos cercanos él y yo también, por lo que empezamos a dedicar un breve momento a cultivar nuestra amistad en el Valle Crepuscular, donde podemos permanecer ambos a la vez una hora específica, a pesar de nuestra obligación. Con esto, el corazón de ella cambió y se transformó lentamente, comenzando a sabotear todo lo que construía.
Lo toleré a pesar de todo, hasta que entre todos los soñadores, descubrió al más puro y amable ser existente. Ese eres tú, Ralsei. Tanto yo como Hōld te regalamos los mejores lugares e ilusiones premiando tu bondad, y es por eso que desde que estás con tus amigos, sólo hay noches buenas.
Pero ella, sabiendo eso, decidió que te castigaría a ti, por la osadía de nuestra amistad. Aquello me obligó a exiliarla del pueblo y maldijo al mundo.
Creé por esa razón tres reliquias para protegerse de sus pesadillas: Una para mi amigo, otra para mí y el tercero era para ella, si lograba volver al camino. Con ellas podrás entrar a su hogar y sellar su mal, para que los sueños vuelvan a los durmientes y las ilusiones a los soñadores.
- Temo que no sé nada más, querido príncipe Ralsei, pero si de algo estoy seguro es que tu amabilidad pueden con el corazón más desconfiado y roto; por lo que confío en tí, espero lo mejor y mantengo mi esperanza.
Soare extrajo de un bolsillo cercano al corazón, un prendedor muy similar al que me fue otorgado por Hōld, y se acercó a Susie. Le pidió que por favor se lo colocase para poder enfrentar el peligro.
-Un momento, señor del sol o lo que sea: ¿Y Kris? Está enfermo y no va a ser capaz de enfrentarse a eso sin nada ¡¿Qué espera de él?! -Masculló Susie, viendo que si lo recibía inmediatamente, ya no podría pedir mayores explicaciones.
-Me temo que ya le dí el suyo a este valiente caballero hace un año, pero Mareridt se lo cambió por el juramento de no tocar los sueños de la persona que ama... Este es el tuyo, así que por favor, recíbelo y nunca lo olvides: lo último que se pierde es la fe.
Apenas Susie lo tuvo en sus manos, el príncipe alzó la vista, quedando convertido en una estatua, y desapareciendo todo su entorno alrededor.
Cuando abrí los ojos, supe que se acerca el gran enfrentamiento, pero ya no puedo controlarme. Mi caballero, aquel amigo que sólo me hace sonreír y da lo mejor de sí y la persona que más amo, está en peligro de muerte.
No puedo volver a dormir siendo consciente de eso.
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🌌Bitácora de un Nuevo Mundo🌌
FanfictionYa todo está en paz en el mundo de la luz: Hometown sólo ofrece días tranquilos. O eso parecía, hasta que un extraño mensaje se repite en mi mente cada vez que duermo... ¿Acaso es una nueva aventura? Supongo que tendremos que averiguarlo, como cuan...