CAPÍTULO 2

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Sigo en shock, realmente he colapsado. Tenía claro que ese chico me daba miedo, y que me sonaba de una mala experiencia. Creo que no hace falta que os diga que me da malas vibras.

—Hola Raúl, ¿qué tal?- dice la profe. Él hace un gesto con la cabeza dando a entender que está bien— Chicos, este será vuestro nuevo compañero de aquí a fin de curso, se llama Raúl, espero que le hagáis sentir cómodo y por favor que alguien le enseñe las instalaciones del centro en el recreo. Raúl, ¿quieres decir algo?

—Ehhh... hola, soy Raúl—dice mirándome fijamente mientras todo la clase se ríe a carcajadas. Pude notar que se ponía nervioso.

—Vale, jajaja, veo que no quieres hablar. Siéntate por favor— dice Marita, la profesora de inglés y nuestra tutora.

Él, sin quitarme la mirada de encima, se sienta en la única mesa que queda libre al final de la clase.

— Uyyy, parece que a alguien le gustas Nayara— dice mi mejor amigo, Jack, a lo que toda la clase se ríe gritando y silbando a la vez.

(Jack es mi mejor amigo desde la infancia, y casi de los únicos que tengo. Él es muy distinto a mi, tiene muchos amigos, sale de fiesta muy a menudo, y gusta a casi todas las chicas del insti. Gracias a él he conocido a nuevas personas este año. Además ciertas chicas me molestan porque envidian que pase casi todo mi tiempo con él y piensan que en verdad somos algo más)

Raúl me mira y sonríe. Eso hace que mi mente se hunda en los recuerdos:

*Flashback/ hace 3 años*

Eran las 21:18 del 12 de diciembre , iba de camino a mi casa volviendo de la de Jack. Estaba sola porque mis padres no podían recogerme ya que esa semana tenían doble turno, y había insistido para que ni Jack ni sus padres me acompañaran porque no estaba muy lejos y no quería molestar.

Llevaba puestos los cascos, y solo me quedaba cruzar una esquina para llegar a mi casa. Al cruzarla se me hacerca un hombre alto de unos 41 años o así con una barba bastante larga y negra.

—Hola hija—me dijo él. Empezé a ponerme nerviosa, no sabía quién era ni porque me hablaba— soy amigo de tu padre, no quería que supieras estas noticias de mi boca pero... bueno creo que necesitas saberlo ya. Tu padre está en el hospital, ha tenido un accidente de tráfico y le están operando, está muy grave— en ese momento el mundo se me vino abajo. El corazón se me izo añicos. Ize el amago de irme pero cada vez que daba un paso hacia delante, el señor me cortaba el camino con su cuerpo— vamos sube al coche te llevaré a verlo.

—Lo siento pero no puedo. Si esto es verdad mi madre me llamará y me lo dirá. No se preocupe señor porque seguro que mi madre viene a por mi y me lleva... seguro— intenté ser educada y que se me entendiera lo mejor posible debido a que estaba llorando.

—No vendrá. Ella misma me ha pedido que venga a por ti porque no quiere separarse de tu padre, ¿entiendes? ¿puedes ser un poco empática con tu madre y subir al coche?— empezó a enfadarse y del miedo que tenía mis rodillas empezaron a temblar.

—Esta bien, espera que llame a mi madre para confirmarlo por favor... — dije mientras sacaba el móvil. Me interrumpió quitándome lo de la mano y gritando.

—¡QUE NO NIÑA! ¡DAME ESO!—  eche a correr lo más rápido que pude— ¡¡SEGUIRLA!! ¡¡QUE NO SE ESCAPE!!

Cinco hombres salieron de su furgoneta y me empezaron a perseguir. Yo solo lloraba e intentaba gritar lo más alto posible aunque era inútil porque en una situación de pánico mi voz se reduce a cero. Corrí y corrí hasta que me caí debido a que mis rodillas, por el miedo, no paraban de temblar. Dos hombres me cogieron de los brazos mientras que otro me tapaba la boca y uno habría la puerta trasera de la furgoneta.

Solo lloraba, no sabia que hacer, intentaba pegarles y defenderme pero era inútil, cuando conseguía morder o dar una patada a uno, me la devolvían por tres.

Consiguieron meterme en la furgo. Yo estaba ya sin fuerzas, a penas habría los ojos. Conseguí distinguir a un niño de mi edad o un año mayor, que me miraba con cara de pena. Intente mirarle pero era inútil ya que veía borroso por todo los golpes que me habían dado.

Al cabo de un rato me desperté y ese niño estaba delante mía, mirándome fijamente...

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora