Eran las 8 de la mañana y se me había olvidado apagar la alarma de clase. Penetró en mis oídos con una intensidad muy fuerte y sin siquiera abrir los ojos ya estaba maldiciendo el puto sonido.
Abro los ojos y me doy la vuelta, había alguien sentado en la silla de mi escritorio. No me sorprendí al ver que era Jack, lo hace muy a menudo.
—Aggg, son las 8, ¿Ó es que no lo ves?— cabía recalcar que él es muy madrugador aunque se duerme a las 3 de la mañana.
—¡Buenos días peque!— me dijo con una sonrisa de oreja a oreja a lo que yo intento responder con una sonrisa pero me sale una mueca.
—¿Estás bien?— le pregunto con ironía.
—Eso quería preguntarte yo, ¿Estás bien peque? Ayer no quedaste y me parece muy raro en ti. No tienes más amigos con los que entretenerte una tarde entera— dice irónicamente mientras suelta una risita muy dulce. Yo sabía que era verdad, pero no me molesta en absoluto.
—Es mi madre... está embarazada— digo yo tragando saliva.
—¿Embarazada?— dice Jack bastante sorprendido.
—Lamentablemente si, encima de un compañero de trabajo.
—Bueno Nayara, tu madre puede acostarse con quien quiera.
—Si, pero debería cuidarse— digo y se me cae una lágrima.
Jack se sienta a mi lado en la cama, y me mira fijamente. Sentí un escalofrío cuando sus manos secaron mi ardiente lágrima.
—¿Qué es lo que realmente te molesta?— dice mirándome a los ojos.
—Esque... no quiero tener un hermano ahora que todo está patas arriba. Héctor sigue en busca, no ha pasado ni una semana desde que se fue— las lágrimas empezaron a deslizarse por mi cara como cataratas. No sabía exactamente qué era lo que sentía acerca del tema.— todo el mundo espera de mi que supere cualquier cosa en cuestión de segundos. ¡Pues no joder!, me sigue doliendo que mi padre me haya abandonado, que no pueda ser como cualquier chica normal, que no pueda apagar las luces de noche por el miedo a que me aparezca ese señor, que lleve medio muerta tres años. Joder ¡es que me sigue doliendo lo que me pasó hace 3 años!— el silencio de la habitación se veía interrumpido por mis llantos.
—Solo quiero pretender llevar una vida normal. Que la gente sepa que yo también tengo sentimientos y que todo lo que está pasando me está doliendo. Pero todos los problemas que van surgiendo de la nada no me ayudan.
—Lo se bebé, pero no puedes descargar toda esa irá que tienes en el interior con tu madre.— asentí con la cabeza, realmente me había comportado como una verdadera imbécil— Joder, ella lo ha estado pasando super mal también. Imagínate que secuestran a tu hija, la hacen de todo, cuando la encuentras no se acuerda de lo que ha pasado y no puedes hacer justicia, tu marido no aporta.... Lleva 3 años intentando que seas feliz y que lleves una vida normal, no puedes darla la espalda ahora que te necesita. Ella nunca lo hizo.
—Tienes razón, hablaré con ella lo antes posible...— realmente no sabía que responder. Estoy de acuerdo con todo lo que me ha dicho, pero hay algo que me sigue molestando y me deja un mal sabor de boca— me pasé bastante. ¡Joder, la he cargado tío, soy una puta egoísta!— heche a llorar de nuevo, no podía dejar de pensar en lo mal que se estaba sintiendo mi madre por lo que la dije
—No pasa nada peque, es tu madre, seguro te perdona fácil— sonrió al darse cuenta de que me había hecho entrar en razón. Jack es la persona a la que siempre acudo cuando me pasan estas cosas, me abre la mente y se posiciona en todos los puntos de vista posibles. Parece tonto pero da los mejores consejos que existen jajaja.
—Pues hablaré con ella, snif— me seco las lágrimas de la cara y le miro— ¿Por qué has venido tan pronto?
—¿Para estudiar mates no?— dice con una sonrisa.
—¿A las ocho y media de la mañana?— espero que me este vacilando.
—Bueno... a las once, ya se lo he dicho a Raúl no te preocupes— me dice riéndose.
—¿¿A las once?? Joder yo quería por la tarde, ¿no lo podemos cambiar?—digo sabiendo que a las 11 de la mañana es imposible concentrarse con Raúl al lado.
Es imposible a cualquier hora, querida.
—Nonono, tiene que ser a las once para que cuando terminemos vayamos a a comer y demos una vuelta toda la tarde.
—¿Quiénes?
—Raúl, tu y yo— sonríe
—¿Toda la tarde?
—Si Nayara, es a lo que se le llama quedar. Ya te acostumbras.—dice mientras se ríe de mí.
Entro a la ducha para quitarme el sueño de encima y 1 hora después salgo con una toalla.
Jack estaba sentado en la silla del escritorio dando vueltas sin parar como un niño pequeño.
—A buenas horas— dice él mirándome de arriba abajo.
—Pero si no he tardado nada.
—No vaya, una hora te parecerá poquito. Me ha dado tiempo a bajar a por unos churros, comer, y cotillear tus cajones.
Le tiro un cojín y rápidamente me meto al baño con una blusa y unos pantalones azules oscuro para cambiarme.
Después de haberme secado el pelo ya eran las 10 y 45 y alguien llamó a la puerta. Intuí que sería Raúl. Jack bajó las escaleras pitando y en un abrir y cerrar de ojos ya estaban los 2 sentados en el escritorio de mi habitación.
Me apresuré a recoger la cama mientras hablaban y de repente me di cuenta de que había dejado mi sujetador encima de la mesa. En el intento de cojerlos sin que nadie se enterara, Raúl me miró y me los acerco.
¿Podéis imaginaros mi cara roja de vergüenza verdad? ¿Y su cara partiéndose de risa de mi?
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Hola a todxs!!Espero que este capítulo os haya gustado tanto como a mí. Es un poco corto a si que subiré el siguiente muy pronto.
Gracias por todo el apoyo🤍
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¿Por qué tú?
Teen Fiction"Nunca le tengas miedo al amor. Porque aunque te mate, vale la vida" Nayara es una chica de 16 años que, traumada por un acontecimiento sucedido hace 3 años, intenta llevar una vida "normal" tanto en el instituto como en su vida privada. ¿Será capa...