Lo va a matar

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Capítulo dedicado a: @w4ttp4dmaria, que con sus palabras me hizo muy feliz. Tú también eres maravillosa <3

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Pero... tiene que haber una solución. - Dijo Tokio, cuando todos ya habían asimilado la noticia.

No la tiene. - Contestó decepcionada, Raquel.

No me lo puedo creer. - Replicó Tokio. - ¿Tan egocéntrico es que tiene un plan por si fallamos nosotros, pero no lo tiene por si falla él?

Así es. - Dijo Lisboa.

¿No hay plan b? - Se metió Río.

No, no hay plan b - Contestó Lisboa - porque solo es posible el plan a.

Militares. - Dijo Helsinki, que estaba mirando por la ventana.

¡Muchos militares! - Añadió Denver.

Todos se acercaron a las ventanas y, efectivamente, vieron a muchos coches militares acercándose.

¿Qué hacemos? - Preguntó Bogotá.

Tenemos que ganar tiempo. - Contestó Lisboa.

Iniciaron esa parte del plan: intentar ganar tiempo. Consistía en salir a negociar con la policía, para relantizar la entrada de los militares.

El plan sería así: Lisboa, Tokio y Estocolmo saldrían (descalzas) a hablar con el coronel. Irían rodeadas de rehenes, mostrando una bandera blanca.

Así lo hicieron.

Las tres mujeres se prepararon para salir. Se abrieron las puertas y salieron.

Dentro del Banco, Palermo estaba llevando a Gandía a su sitio entre los rehenes.

Roma y Bogotá estaban por allí.

¿Qué pasa, gordito? - Preguntó Gandía.

Todos se sorprendieron: Gandía no estaba en condiciones de provocar a nadie.

¿Te has quedado sin tu novia? - Le volvió a preguntar Gandía a Bogotá.

Bogotá miró a Gandía, lleno de ira.

¿Qué carajos decís, Gandía? - Preguntó Palermo, intentando callarle.

Que ahora el gordito está soltero. - Rió Gandía.

Bogotá, enfadado, se acercó a Gandía y le pegó un puñetazo.

¿Qué haces? - Preguntó Denver, intentando calmar la situación.

¡Suéltame! - Gritó Gandía. - ¡Suéltame que te mato!

Gandía quería pegarse a puñetazos con Bogotá, y Bogotá quería vengar la muerte de Nairobi.

Así que Palermo le quitó las esposas a Gandía.

Mientrastanto, Roma lo miraba todo en silencio.

Gandía fue directo a Bogotá, y le empezó a pegar. Bogotá también le empezó a dar puñetazos, y armaron una pelea delante de los rehenes.

¿Echas de menos a mileches? ¿Ya no tienes a tu novia viva? - Iba preguntando Gandía, entre puñetazo y puñetazo.

De repente, provocada por los comentarios de Gandía, Roma se acercó al hombre y se tiró encima de él con toda su fuerza.

Le empezó a pegar muchos puñetazos, deformándole la cara a Gandía. La chica no paraba de pegar y de pegar, mientras gritaba por el dolor que sentía.

Palermo, Denver y Bogotá se sorprendieron; nunca habían visto a Roma así.

Gandía no se movía, se estaba quedando inconsciente.

De repente, las puertas se abrieron y entraron Lisboa, Tokio, Estocolmo y los rehenes.

Vieron a Gandía estirado en el suelo, desangrándose, y a Roma encima suyo pegándole sin parar.

¿Qué hacéis? - Preguntó Tokio, sorprendida.

¡Separarlos, que lo va a matar! - Ordenó Lisboa.

Denver y Palermo se acercaron a Roma y la sacaron de encima de Gandía.

¡Gandía, hijo de puta! - Gritó Roma. - ¡Tú mereces morir, no Nairobi!

Gandía no la escuchaba; estaba inconsciente.

Palermo y Denver se llevaron a Roma a otra habitación, para que se calmase.

Sentaron a Roma en una silla y se alejaron de ella.

Mientrastanto, abajo, Lisboa regañó a la banda.

Nosotras afuera manteniendo alejados a los militares y vosotros aquí, pegándoos. - Dijo, enfadada.

Él ha buscado pelea. - Le explicó Helsinki a Lisboa.

Ella suspiró.

No lo podemos tener así aquí dentro. - Dijo.

¿Lo sacamos? - Preguntó Estocolmo.

Lisboa se lo pensó.

Sí, ya no lo necesitamos más. - Contestó.

Pero antes, tenemos que devolverle la consciencia, - dijo Estocolmo - que madre mía cómo lo habéis dejado.

Reanimaron a Gandía, y lo ataron de manos. Le pusieron una careta de Dalí (como la que ellos llevaban) y le pusieron una bomba de humo.

Abrieron las puertas y, antes de sacarlo, Bogotá le escupió encima, y encendió la bomba.

Gandía salió, montando un espectáculo y rodeado de humo.

Las puertas del Banco se cerraron. 

Roma ~ La Casa de Papel [Parte 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora